“AFILANDO PERIÓDICAMENTE EL HACHA”


Miércoles 26 de junio del 2024

Hoy consideraremos la buena costumbre de ser constantes en la búsqueda y actualización diaria del conocimiento, y principalmente el del Señor, para conocer específicamente Su voluntad para nuestra vida, y así cumplir Su propósito para nuestra existencia en esta Tierra. Y en esta responsable actitud, por supuesto que también vendrán, como bendiciones colaterales, las económicas y materiales.   

No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias» Filipenses 4:6

Cuenta la historia que dos leñadores fueron contratados para que cada uno cortara seis árboles diarios. El más joven, los primeros días terminaba antes que su experimentado compañero. Al paso de los días, el joven leñador se cansaba cada día más y empezó a dejar de cortar los seis árboles y solo cortaba cuatro.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús»Filipenses 4:7

En cambio el leñador con experiencia, seguía cortando al ritmo de seis árboles por día. El joven leñador, no se aguanto y le preguntó al leñador más viejo: ¿Cómo es que usted a su edad, corta los seis árboles diarios y hasta tiene tiempo de descansar entre árbol y árbol? Y el experimentado leñador respondió: Yo administro mejor mi fuerza y no es que me vaya a descansar. Lo que hago es afilar el hacha después de cada árbol, mientras tú sigues cortando con un hacha que ya perdió su filo.

Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio» Filipenses 4:8

La moraleja de esta historia es que no es a base de fuerza, ni del buen ánimo que pongamos en la tarea, hay que realizarla con sabiduría, y periódicamente afilar el hacha para que esté en óptimas condiciones para cortar.

Esto aplicado a nuestra actividad económica, nos ayuda a explicar lo que el Señor quiere de nosotros. Nuestro Dios, Señor y Salvador quiere que siempre estemos como “hachas afiladas”, para poder cortar lo que no conviene ni le agrada a Él, y darnos una amplia holgura económica. Por ello, hoy el Señor nos recuerda:

Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, además de lo que han visto en mí y el Dios de paz estará con ustedes» Filipenses 4:9

Afilemos bien el intelecto, el conocimiento y aprendamos de las experiencias de otros, buscando ser guiados por el Espíritu Santo para que cortemos muchos árboles, sin fatiga.

Buenos días