LA PUREZA SEXUAL INICIA CON UN COMPROMISO

Jueves 27 de junio del 2024

“¿Cómo puede un joven mantenerse en el camino de la pureza? Viviendo según tu Palabra”.  Salmo 119:9 
¿Es posible vivir una vida sexualmente pura 

en este siglo XXI? ¿Es posible abstenerse de tener relaciones sexuales antes del matrimonio y permanecer fiel durante el matrimonio?


¡Sí!!! Pero tienes que empezar con un verdadero compromiso.


La Biblia dice: “¿Cómo puede un joven permanecer en el camino de la pureza? Viviendo según tu Palabra” (Salmo 119:9).

Para ser sexualmente puro en este siglo XXI, necesitarás un estándar en tu vida que te guíe en tu diario vivir, algo contra lo que «midas» tu comportamiento. Puedes determinar tu propio estándar de vida sexual, o elegir el estándar de Dios. Debes decidir si Dios sabe más que tú sobre lo que es mejor para tu vida.

Dios dice varias cosas en su Palabra que no son populares, nada populares, cuando se trata del sexo. ¿Por qué dice esas cosas? Porque Él sabe más sobre sexo que tú. Él también comprende las implicaciones, repercusiones, beneficios y bendiciones mucho mejor que tú. Tú tienes que decidir y COMPROMETERTE, aunque no lo entiendas, que sí vas a obedecer lo que dice la Palabra de Dios, sin importar lo que tú pienses, quieras o desees, o lo que opinen tus amigos.


Hasta que no estés dispuesto a hacer este tipo de COMPROMISO, no estarás preparado para ser puro en un mundo impuro (ser puro no es ser perfecto). Sólo puedes ser puro siguiendo el estándar de Dios (ser puro es vivir tratando de hacerlo acorde al estándar del Señor).

Dios pensó en el sexo. Fue idea suya, pero le puso algunos parámetros. Su estándar nunca ha cambiado. Está muy claro, independientemente de las encuestas de opinión o cualquier otra cosa que nuestra sociedad determine.

El sexo es mucho más que algo físico. Es un acto espiritual con consecuencias físicas, sociales, legales y emocionales. Si el sexo fuera sólo físico, sería como un apretón de manos. No importaría con quién tuvieras sexo. Pero el sexo es mucho más que algo físico.


La Biblia deja claro que el sexo está reservado exclusivamente para un marido y una mujer que están COMPROMETIDOS el uno con el otro en matrimonio (cualquier formato de matrimonio acorde a las costumbres de cada pueblo), por esto el Señor aborrece el divorcio. Su Palabra dice que lo permite, solo por la dureza del corazón de los hombres, no porque sea su plan para nosotros.  

Cualquier cosa fuera de ese COMPROMISO de por vida, como el sexo antes del matrimonio y el sexo fuera del matrimonio, tendrá profundas consecuencias en tus emociones y tu vida espiritual, e incluso puede dañarte físicamente (ETS).

Las normas de Dios son lo mejor para ti. Si quieres vivir de acuerdo con ellas y evitar todas las consecuencias negativas que se derivan de vivir fuera de ellas, comienza haciendo un COMPROMISO, un verdadero COMPROMISO con Sus principios.

Y no quieras salirte por la tangente, diciendo: «Cómo quiero actuar en los principios del Señor, volare a Las Vegas con mi «amiguita», nos casaremos allá, pasaremos una «luna de miel» de locura, nos divorciaremos y regresamos cada quién a nuestra casa» . A eso se le dice buscarle las mangas al chaleco.

El COMPROMISO es el que haces en tu corazón para amar, honrar, respetar y cuidar a esa persona que has escogido (pero si escogiste mal, nimodo, te amuelas; por esto, fijate, fijate, fijate muy bien a quién escoges. Más vale solo que mal acompañado), sin importar qué documentos legales, acuerdos pre nupciales y ceremonias hayan celebrado y firmado.

MEDITA EN ESTO:

  • ¿Por qué es importante comprometerse con la norma divina de la pureza sexual, antes de encontrarse en una situación en la que seas tentado y por supuesto caigas?
  • ¿Qué tiene la sociedad que hace que sea aún más difícil alejarse de la tentación sexual?
  • ¿Cuáles son algunas de las consecuencias del pecado sexual?

¿Ya has COMPROMETIDO tu vida con JESUCRISTO?
No importa lo que hayas hecho o dónde hayas estado, Dios está listo para perdonarte si simplemente confiesas tus pecados y te comprometes a vivir de la manera en que Dios te creó y equipo para vivir.

La Biblia dice que no puedes ganarte, comprar o heredar el camino al Cielo. Sólo se puede llegar allí confiando en el Hijo de Dios, Jesucristo: “Por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros, sino don de Dios, no por obras, para que nadie pueda jactarse” (Efesios 2:8-9). Recuerda, tus pecados no son los que te llevarán al infierno, porque si fuera así, ninguno nos libraríamos de irnos para allá; Es tu decisión de no aceptar a Jesús como tu Salvador personal lo que te condenará. El Señor no manda a nadie al infierno, nosotros lo decidimos con nuestra negativa hacia Jesús.

Si estás listo para entregar tu vida a Jesús, comienza haciendo esta oración:

“Señor y Dios, has prometido que si creo en tu Hijo Jesucristo, todo lo que he hecho mal será perdonado y algún día me aceptarás en tu hogar eterno en el Cielo.

“Confieso que he pecado y te pido perdón. Creo que Jesús murió para quitar mis pecados y que tú lo resucitaste. Quiero confiar en Jesús como mi Salvador y seguirlo como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad. En el nombre de Cristo Jesús te lo pido… Amén.»

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