“AUNQUE JOVEN E INEXPERTO, ÚTIL PARA EL SEÑOR”

Junio 24 del 2024


Uno de los milagros más conocidos del Señor Jesús, es el de la alimentación de más de cinco mil personas.

“Enseguida Jesús vio que una gran multitud venía a su encuentro. Dirigiéndose a Felipe, le preguntó:

—¿Dónde podemos comprar pan para alimentar a toda esta gente?Juan 6:5

Cómo es la costumbre del Señor, usa cosas sencillas para darnos una gran lección: «Su poder se perfecciona en nuestra debilidad».

“Lo estaba poniendo a prueba, porque Jesús ya sabía lo que iba a hacer.” Juan 6:6

Los discípulos del Señor eran personas jóvenes, y algunos con cierta experiencia en la vida. Pero, en esta ocasión para la realización de un milagro tan grande, no los usaría, porque ellos mismos se reconocieron como insuficientes e incompetentes.


“Felipe contestó: —¡Aunque trabajáramos meses enteros, no tendríamos el dinero suficiente para alimentar a toda esta gente!” Juan 6:7


Felipe, ante un reto tan grande para dar de comer a más de cinco mil personas, piensa en una solución desde una perspectiva muy humana, la de sus propios recursos y experiencia. Pero es precisamente Andrés, quien desde su juventud y la falta de experiencia de una persona joven, comenta:


“Entonces habló Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchachito que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. ¿Pero de qué sirven ante esta enorme multitud?»” Juan 6:8-9

Frecuentemente en las organizaciones ante las grandes necesidades y retos, menospreciamos a los jóvenes inexpertos. En este relato del Evangelio, “un muchacho” será usado por el Señor para realizar uno de los milagros que más identificarán el poder de Jesucristo.


“Jesús dijo: «Díganles a todos que se sienten». Así que todos se sentaron sobre la hierba, en las laderas. (Solo contando a los hombres sumaban alrededor de cinco mil)»Juan 6:10

El Señor como era su costumbre, da instrucciones para dar de comer. Mandar recostar a la gente era común pues era la forma en que se acostumbraba comer y más en el campo sin facilidades para ello. Es decir esta orden en labios de Jesús, significaba, “siéntense a la mesa que les voy a servir“, o como el Señor, cuando estando parados frente al Mar Rojo le dijo a Moisés, «di al pueblo que marche».


“Luego Jesús tomó los panes, dio gracias a Dios y los distribuyó entre la gente. Después hizo lo mismo con los pescados. Y todos comieron cuanto quisieron. ” Juan 6:11

El Señor Jesús no sólo multiplicó el pan y los peces, sino sobreabundó, sobraron tantos “panes y pescados”, como muestra que el Señor cuando bendice, no es escaso, siempre da de más para que sobre. «Cuando el Señor da, hasta los costales presta»


“Una vez que quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: «Ahora junten lo que sobró, para que no se desperdicie nada».” Juan 6:12

El Señor ve mucho más allá de tu angustiante situación. Cuando estas en profunda necesidad, en tu mente solo está el suplirla, y no pasa por tu mente a quién podrías bendecir una vez que estés satisfecho. Pero nuestro Señor sí lo está contemplando, por lo que te bendecirá mucho más de lo que necesitabas o imaginabas, porque Él cuenta con tu disposición y corazón para ayudar a los que sepas que necesitan ayuda.

Este milagro muestra que el poder y la misericordia del Señor no tiene comparación, y muchos hemos sido testigos de que, cuando recibimos las bendiciones del Señor con agradecimiento, nos las da en abundancia. Pero en esta ocasión quisiera enfocarme en lo que Dios puede lograr con un corazón como el de «un muchacho».


Un muchacho, en manos del Señor, llegó a ser rey (David), un joven en manos de Dios, llegó a ser segundo de Faraón (José), y un muchacho como Timoteo fue maestro y líder de la primera congregación en Éfeso, de más de tres mil personas (1 Timoteo 1:3). Hoy el Señor nos enseña a valorar más a nuestros jóvenes, pues si se instruyen en la Palabra del Señor y se dejan guiar por el Espíritu Santo, sus palabras serán más acertadas que las de los sabios experimentados; y al mismo tiempo, Pablo les escribe a los “muchachos”:

“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”. 1 Timoteo 4:12

En pocas palabras Pablo le dice a Timoteo: «predica con tu forma de vida, y no solo con tus sermones». Porque el Señor ama a los que desde adolescentes le buscan y encuentran la sabiduría en la Palabra de Dios, y siguen la dirección del Espíritu Santo.

Buenos días

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