“AMANDO A QUIEN TE ODIA”


Jueves 20 de junio del 2024

Muchos estudiosos de Las Escrituras piensan que el «Dios del Antiguo Testamento» 

es muy severo e insensible (como si hubiera dioses por temporadas). Y nada más falso, «Dios nuestro Señor es el mismo, ayer, hoy y por los siglos». En la historia de Jonás, ciertamente vemos a un Dios justo, pero muy amoroso y misericordioso.

Dios volvió a hablarle a Jonás, y le dio esta orden: «¡Levántate, ve a la gran ciudad de Nínive! Anúnciales el mensaje que voy a darte»» Jonás 3:1-2

Está historia es muy conocida, pero solo parcialmente. Todas las narraciones y estudios, generalmente se enfocan en la desobediencia de Jonás y la soberanía del Señor. Pero también podemos ver muy claramente cómo el Señor nos enseña a amar a nuestros enemigos.

Esta vez Jonás sí obedeció a Dios: se levantó y se fue a Nínive. Aquella ciudad era tan grande que para recorrerla toda se necesitaban tres días completos»Jonás 3:3

Tal vez el hecho de que los ninivitas eran enemigos del pueblo de Israel, explica la renuencia de Jonás para predicar una muy “buena noticia”, para evitar su exterminio, arrepintiéndose. Pero, desde luego que esto no justifica su renuencia.

Jonás entró en la ciudad, y durante todo un día estuvo anunciando: «¡Dentro de cuarenta días Dios va a destruir esta ciudad!»» Jonás 3:4

Lo que sí queda muy claro, es el amor del Señor por un pueblo que no es Su pueblo escogido, y aún más, pues eran enemigos acérrimos de sus escogidos, al grado que años después arrasarían al Reino del Norte, a las 10 tribus de Israel.

Entonces toda la gente de Nínive dejó de hacer lo malo y decidió obedecer sólo a Dios. Y como querían demostrar que deseaban cambiar su manera de vivir, se pusieron ropa de tela áspera y ayunaron. Todos ellos, desde el más rico hasta el más pobre, no comieron nada ese día» Jonás 3:5

La Palabra del Señor en labios de Jonás, sirvió para su reconsideración, arrepentimiento y salvación

Cuando el rey de Nínive supo esto, se levantó de su trono. Luego se quitó sus ropas finas, se puso ropas ásperas, y se sentó en el suelo. Todo esto lo hizo en señal de humildad ante Dios»Jonás 3:6

Incluso las autoridades corruptas de Nínive, se arrepintieron y ordenaron al pueblo arrepentirse.

De inmediato el rey envió un anuncio a toda la gente de Nínive: «Ésta es una orden del rey y de sus ministros: Que nadie coma nada. Se prohíbe que la gente, las vacas y las ovejas coman o beban.  Todo el mundo está obligado a ponerse ropas ásperas, y deberán cubrir los animales con mantas ásperas. »Además, les pedimos a todos ustedes que oren a Dios con todas sus fuerzas, que dejen de hacer lo malo, y que ya no se peleen ni maltraten a nadie»  Jonás 3:7-8

Obviamente, esto fue agradable al Señor, pero no a Jonás, quien se dejaba llevar por sus raíces de amargura y su odio para los ninivitas.

Y al ver que toda la gente de Nínive dejó de hacer lo malo, Dios decidió no destruirlos»Jonás 3:10

Entonces, desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, queda bien claro la misión de  “amar a nuestros enemigos”


“Y también dice: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber, pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza»»  Romanos 12:20

Lo que sí es necesario aclarar el término “ascuas de fuego”. Esta expresión traduciéndola a nuestro lenguaje actual, significa: «Así harás que le arda la cara de vergüenza»; «harás que se avergüence de su conducta»; «Al hacer esto, amontonarás carbones encendidos de vergüenza sobre su cabeza»». 

No significa de ninguna manera que nuestro enemigo parecerá por el fuego divino, cayéndole encima un rayo mandado por Dios. Al contrario, el Señor en la Carta a los Romanos, como en el libro de Jonás quiere que aún nuestros enemigos se arrepientan y lleguen a ser nuestros hermanos por la sangre de Cristo. 

Hoy el Señor nos dice:

No se dejen vencer por el mal. Al contrario, triunfen sobre el mal haciendo el bien». Romanos 12:21

Porque haciendo esto, nuestros peores enemigos se podrán convertir en nuestros mejores amigos.   

Buenos días

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