ENOJARTE LOCAMENTE, TE CAUSARÁ MUCHÍSIMO DAÑO

Sábado 15 de junio del 2024

“Un hombre de mal genio. . . se mete en todo tipo de problemas”   Proverbios 29:22 

La ira tiene un precio muy alto. Cuando te das cuenta de esta realidad, es más probable que controles la ira en tu vida.

La Biblia nos dice: “El hombre irascible . . . se mete en toda clase de problemas” (Proverbios 29:22). 

La mayoría de nosotros hemos visto a alguien hacer algo realmente absurdo porque estaba enojado. Y muchos de nosotros hemos visto los efectos catastróficos, costosos y dañinos que la ira descontrolada tiene en las personas y en las familias.  

La Biblia es muy específica sobre el altísimo costo de la ira. La Biblia dice: 

Provoca discusiones (Proverbios 15:18).

Provoca errores (Proverbios 14:29).

Te hace tomar decisiones tontas y autodestructivas (Proverbios 14:17).

Probablemente hayas visto todos estos resultados, debido a tu propio enojo y al de los demás. La Biblia también es clara sobre la conclusión final de nuestra ira expresada de manera inapropiada.

Proverbios 11:29 dice: “Al necio que provoca la ira y el resentimiento en su familia, al final no le quedará nada que valga la pena”.

Piensa en el impacto que tiene la ira en tu familia. Como padres, a menudo nos sentimos tentados a utilizar la ira para motivar a nuestros hijos. Funciona a corto plazo. Cuando te enojas, amedrentas a tus hijos. Es posible que sus hijos te obedezcan por miedo, a corto plazo, pero sin lugar a dudas perderás su respeto, admiración y amor a largo plazo.

El resultado final de una ira descontrolada y fuera de lugar es la alienación, te quedarás aislado como vil leproso. Alejas a las personas que más amas. Con el tiempo, generarás más enojo y finalmente, solo cosecharás apatía e indiferencia. A nadie le gustará estar cerca de ti, todos huirán de ti, por tóxico. 

La verdad es que siempre pierdes cuando pierdes los estribos. Puedes perder tu reputación, tu trabajo, tus hijos o el amor de tu esposo o esposa si no controlas tu ira.

Y nunca vale la pena pagar ese tan alto precio.

No es tu boca la que te mete en problemas con tu ira: ¡es tu corazón! La terapia para el  control de la ira es buena e importante, pero ni siquiera la mejor terapia del mundo puede brindarte un corazón nuevo. Sólo Dios puede hacer eso.

Cuando le entregas tu vida, Él te da su amor para reemplazar tu dolor, su paz para reemplazar tu frustración y su poder para reemplazar tu inseguridad.

Sabes que Él te responderá cuando le digas en oración: “SEÑOR, ayúdame a controlar mi lengua; ayúdame a tener cuidado con lo que digo” (Salmo 141:3).

PIENSA MUY BIEN EN ESTO;

•¿Cómo puedes usar las Escrituras como el Salmo 141:3 para ayudarte a controlar tu ira en un momento acalorado?
•¿Cuáles han sido los costos de tu ira fuera de lugar y control en tu vida?
•¿De qué maneras específicas y prácticas puedes lidiar con tu ira para que no te cause dolor a ti ni a las personas que te rodean?

Deja un comentario