LA FE PRODUCE PERSISTENCIA

Viernes 19 de abril del 2024

“Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación. Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos.” 2 Corintios 4:8-9 


La fe es una fuerza muy poderosa. Abre las puertas de las promesas de Dios. Nos muestra el inmenso poder de Dios. Convierte los sueños en realidad. Y nos da el poder de resistir en tiempos difíciles.

El Señor no siempre te sacará del aprieto o problema en que estés. Él hará crecer tu fe al guiarte a través del problema. No siempre quita el dolor. Pero Él te da una capacidad llena de fe para manejar ese dolor. Y Dios no siempre te saca de la tormenta, porque quiere que confíes en Él en medio de la tormenta. En esencia, el Señor nos hace crecer y madurar mediante la fe, para que nuestra perspectiva ante la adversidad sea diferente. 

En las historias de Corrie ten Boom, una joven cristiana holandesa que ayudó a muchos judíos a escapar del Holocausto antes de ser enviados a campos de concentración nazis, después de que terminó la Segunda Guerra Mundial dijo que las personas que sobrevivieron en esos campos, eran las que tenían la fe más profunda. ¿Por qué? Porque la fe te da el poder de soportar los tiempos difíciles. Produce persistencia.

Estudio tras estudio ha demostrado que, probablemente la característica más importante que podrías enseñarle a un niño (y que de seguro necesitará a lo largo de toda su vida) es la RESILIENCIA. Que es la capacidad de recuperarse y seguir adelante. Al mero estilo de palmera en la playa frente al huracán.


Nadie, absolutamente nadie va por la vida con una cadena ininterrumpida de éxitos. Todo el mundo tiene fracasos y comete errores. Todos en algún momento nos avergonzamos. Todos sentimos dolor. Todos tenemos problemas. Todos tenemos presiones. Pero las personas que triunfan en la vida, son las que tienen RESILIENCIA.

¿De dónde sacas la resiliencia para seguir adelante?… De La FE. Y FE es creer que Dios puede hacer algo en cualquier momento que podría cambiar la dirección de tu vida, y no quieres perdértelo, así que sigues avanzando y avanzando. Es creer que Dios te dará exactamente lo que necesitas cuando lo necesites mientras aprendes a confiar en que Él cumplirá Su propósito en ti.Este es el testimonio de Pablo, un gran hombre de fe: 

“Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación. Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos. (2 Corintios 4:8-9).

Pablo aprendió a tener RESILIENCIA ante los problemas que podrían haberlo aplastado, desintegrado. Su fe lo ayudó a levantarse cuando lo derribaron, y tu fe, hoy también puede hacerlo por ti.

PIENSA EN ESTO:

  • ¿Por qué Dios te permite luchar y pasar por momentos difíciles?
  • ¿Cómo te ha ayudado la fe a perseverar en un momento difícil de tu vida?
  • La fe no siempre te saca del problema. La fe a menudo te ayuda a cruzar a través del problema. ¿Cómo influirá esta verdad en tu forma de responder a los problemas que enfrentas en este momento?

“ORACIÓN CONTESTADA”


Viernes 19 de abril del 2024.

Uno de los versículos de la Palabra que más confusión genera, es este:

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Mateo 7:7

Muchos creen que “tooodo lo que pidamos” el Señor tiene «la obligación» de dárnoslo.

“Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. Mateo 7:8

Hay muchos grupos cristianos que así lo enseñan, y cuando no se recibe lo que se pidió, tratan de «justificar» a Dios, diciendo que les faltó fe, que realmente no son cristianos auténticos, que hay algún pecado oculto en sus vidas, que no han ofrendado suficiente, que deben tener más confianza en el Señor. Pero, se olvidan de que el mismo Señor Jesús lo aclaró:

“¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?”.
Mateo 7:9

Es decir, Jesucristo mismo aclara que no es solo cuestión de solo pedir para recibir, al mero estilo de máquina dispensadora de dulces, donde pones una oración y recibes lo pedido en oración. El criterio del Señor o voluntad para darnos la bendición pedida, es conforme Él lo crea conveniente, acorde a su amor por nosotros, su omnisciencia y su plan de vida para cada uno. El Señor no es un hacedor de caprichos, no es el «genio de la lámpara» que concede 3 deseos. Y obviamente, previo a recibir su bendición, nos dará la base para recibirla, para que no se desperdicie por falta de preparación. Si pedimos un pan, no nos dará la piedra pero ¿qué tal el trigo, la harina, leche, aceite y un buen horno para hacer nuestro pan?

“¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?” Mateo 7:10

Cierto, por ejemplo; aunque sea el cumpleaños número dos o cuatro de tu hijo, y le pidieran que partiera su pastel, no le darías un afilado cuchillo ¿Verdad? Lo llevaría de la mano para guiarlo y partir la rebanada. Eso es a lo que se refiere el Señor cuando nos dice que nos dará su respuesta. Pero, muchas veces no nos gusta su respuesta, al mero estilo de las vacunas inyectadas para los infantes. Meditemos bien cuando le pidamos al Señor por «ese lucrativo negocio», pues sólo Él conoce si es conveniente, ese cambio de empleo, ese trámite o adquisición de un objeto o bien raíz, o cuando pedimos un esposo o esposa. Si el Señor no lo da, es porque no nos conviene en ese momento, meditemos:

“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mateo 7:11

Por último, es muy importante recordar que la voluntad de Dios para nuestra vida la conocemos esencialmente en su Palabra, y desde ahí sabremos si alguna de nuestras peticiones están acorde a lo que Él nos ha dicho en las Escrituras. Porque nunca nos dará algo que dañe nuestra relación espiritual con Él, y nuestra eternidad en su presencia. También, no olvidemos que el Señor nos creó con un «libre albedrío», porque Él no quiere «robots» por familia; por esto, el Señor nos da su punto de vista en la Biblia, y nosotros decidimos si lo seguimos o no.

Muy frecuentemente estamos frente a una encrucijada, donde ya hemos filtrado las opciones con la Palabra, quedando solo un par, entonces le pedimos al Señor que nos diga cuál elegir. El Señor no te dirá cual escoger, porque al haberlas pasado el filtro de su Palabra, ambas son buenas, y cualquiera que escojas Él te bendecirá y estará contigo. Y por supuesto que en cualquiera de esas dos, tendrás retos, problemas, alegrías, éxitos y derrotas; y si Dios te hubiera indicado cual tomar, al primer contratiempo le estarías reclamando, en lugar de aferrarte a su presencia y guianza, al mero estilo de Adan «la mujer que me diste» (Génesis 3:12-13).Por esto, tú selecciona la opción que quieras, pues ya estará acorde a su Palabra, y confía en las promesas del Señor, que «nunca te dejará ni abandonará».

El rey de Judá, Ezequías, cayó muy enfermo, y el Señor mediante el profeta Isaías le pidió que se preparara porque moriría. Ezequías, orando le recordó al Señor todo lo que había hecho por el pueblo de Judá, y le contó sus planes. El Señor, al ver que su vida en este mundo era de bendición y se alineaba con sus planes divinos para Judá, le otorgó 15 años más de vida (Isaías 38).  


 Querido lector; ¿eso que le estás pidiendo al Señor, se alinea con su voluntad mostrada en la Biblia?… ¿Será de benefició y bendición para más personas además de ti?… ¿Está en la misma frecuencia del plan de Dios para tu vida? Y estas preguntas no te las hago para que de inmediato «entres en una negociación» con el Señor, al mero estilo «si tú me das esto, yo te doy aquello»; pues lo que Él quiere es nuestro corazón, disposición y amor, independientemente si recibimos o no lo pedido.    

Buenos días