“CERTEZA PLENA DE SER PERDONADO”

“CERTEZA PLENA DE SER PERDONADO”
Viernes 26 de enero, del 2024.

Sabemos perfectamente que el Señor nos perdona siempre, siempre, siempre. Hemos sido redimidos del pecado y de la muerte, por los méritos de Cristo Jesús en la cruz del calvario, y confirmada con su resurrección al tercer día.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9

Sin embargo, seguimos cometiendo errores y faltas en contra del Señor; simple y sencillamente por nuestra condición humana. Pero esto no debe desanimarnos, al contrario, todos los días y varias veces al día, cuando el Espíritu Santo nos indique a nuestra mente y corazón que hemos hecho algo que entristece a nuestro Señor, tenemos qué, ante nuestro Dios y Señor “reconocer, confesar nuestro pecado y caminar en sentido opuesto al que llevábamos cuando actuamos mal”.
“Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros”. 1 Juan 1:10

El Señor sabe de nuestras luchas y debilidades, y por ello, cuando sinceramente reconocemos nuestro mal proceder, Él nos ve a través de su Hijo Jesucristo. No nos ve en nuestra inmundicia, a quien ve es a su Hijo Jesús, quién se entregó por nosotros, para que nosotros no tuviéramos que comparecer desnudos ante Dios. 

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”.
1 Juan 2:1

Y es entonces, que nos anima con el versículo que acabamos de leer, es decir, nuestra actitud debe ser de lucha frontal contra el pecado, y cuando caigamos, porque de seguro sucederá, entonces debemos dirigirnos al Señor, para decirle de nuestra debilidad y caída, y Dios nos comprende y levanta por amor a su Hijo Jesucristo, y a nosotros. Pero esto no es un permiso para pecar, ni darnos carta abierta para hacer todo lo que en nuestra naturaleza egoísta quisiéramos hacer, dando rienda suelta a nuestros vicios, maldades y peores atrocidades que pudiéramos imaginar; porque sólo si aceptamos de corazón que no hemos cumplido con el Señor y le pedimos perdón, Él nos perdonará. 

Quién lo haga como receta de cocina de cada domingo, solo repitiendo una letanía de: «perdoname, perdoname, perdoname porque he pecado contra ti», sin sentir el más mínimo remordimiento ni deseo de dejar esa desviada conducta, sino solo queriendo dejar en ceros el marcador con Dios, NO SERÁ PERDONADO. El Señor ve las intenciones de tu mente y corazón, y no le importan tus palabras. Arrepentimiento significa decidirte a dejar el mal camino, dar una vuelta de 180 grados y empezar a seguir al Señor. 

Recuerda, no lo olvides y tenlo muy presente; No importa lo que digas, lo que prometas, cuantas veces a la semana asites a la iglesia, cuanto des, ofrendes y ayudes a los pobres, ni cuanto llores de rodillas; lo único que vale a los ojos del Señor, es la disposición de tu mente y corazón para no volverlo a hacer, y tu futuro comportamiento cuando te enfrentes de nuevo a esa tentación ante la que sucumbiste… Y te garantizo que la volverás a encontrar en tu camino. 

“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamiento”.
1 Juan 2:3

De manera que si no conocemos la Escrituras, no podremos procurar “guardar la Palabra del Señor”, es decir mantener una actitud de lucha contra la tentación y el pecado, debemos cuestionarnos si realmente creemos en Jesucristo, su muerte y resurrección, o solo guardamos una tradición ancestral. Es decir si realmente hemos nacido de nuevo, mira esto:

“El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él”. 1 Juan 2:4-5

Guardemos su Palabra y caminemos con la certeza de saber que, si hemos tropezado y caído, podemos reconocer y confesar delante del Señor nuestra mala conducta, y tendremos la certeza del perdón, por lo que hizo Jesucristo en la cruz.

Buenos días

Deja un comentario