SI CAMBIAS TU FORMA DE PENSAR, CAMBIARÁS TU VIDA

Miércoles 24 de enero del 2024

SI CAMBIAS TU FORMA DE PENSAR, CAMBIARÁS TU VIDA


“No se engañen a sí mismos; nadie puede engañar a Dios; uno siempre recogerá lo que haya sembrado.” Gálatas 6:7


No se plantan semillas de manzanas y se obtienen tomates.

De la misma manera, no se siembra amargura y se obtiene amor. Ni siembras críticas y cosechas admiración de otras personas.

Gálatas 6:7 dice: “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra».

Léelo de nuevo: “Todo lo que siembres es lo que cosecharás”. Si plantas en el suelo de tu naturaleza carnal y pecaminosa, cosecharás destrucción. Pero si plantas en la tierra de tu naturaleza espiritual, cosecharás vida eterna.

Dios ha dicho durante miles de años que nuestros pecados pueden afectar a las generaciones futuras. Por ejemplo, cuando estás enojado y pierdes los estribos con tus hijos, los estás condicionando para que pierdan los estribos con sus hijos, tus nietos. Los pecados se perpetúan en las familias, posiblemente durante varias generaciones.

No sólo funciona en tus relaciones y en el medio ambiente, sino que también funciona en tu organismo. Ahora sabemos que tu cerebro puede cambiar mediante un comportamiento repetitivo, para bien o para mal.


Todo el mundo solía pensar que el cerebro estaba prácticamente escrito en piedra cuando eras un adolescente. Ahora sabemos acerca de la plasticidad cerebral y cómo tu cerebro puede seguir siendo moldeado por el resto de tu vida.

¡Es bueno saberlo! Significa que si tu cerebro ha sido moldeado para la depresión, el mal genio o la ansiedad, sin importar tu edad, puede cambiar.


Pero para lograrlo, tienes que cambiar tu forma de pensar. La Biblia se refiere a esto como arrepentimiento o cambio de mentalidad, o cambio de opinión. Al cambiar tu forma de pensar, que es cambiar lo que opinas acerca de algo, cambias de inmediato tu forma de sentir. Y cuando cambias tu forma de sentir, cambias tu forma de actuar.

Entonces, siembra hoy en tu naturaleza espiritual, y observa expectante qué fruto maravilloso cosechará Dios en tu vida.

REFLEXIONA EN ESTO:

  • ¿De qué maneras específicas has notado que tu comportamiento cambia debido a cómo elegiste pensar en algo?
  • ¿Cuáles son algunas de las decisiones negativas que has visto perpetuadas en tu familia? ¿Qué puedes hacer para romper esos ciclos?
  • ¿Cómo tus sentimientos determinan tus acciones?