¿QUÉ TAN SEGUIDO TE MIENTES A TI MISMO?

Viernes 19 de enero del 2024

¿QUÉ TAN SEGUIDO TE MIENTES A TI MISMO?


“Los que se dejan dominar por su naturaleza pecaminosa viven sólo para complacer sus deseos; pero los que viven de acuerdo con el Espíritu, se preocupan de las cosas del Espíritu.” Romanos 8:5


¿Alguna vez te has sentido rehén de tus pensamientos? Tal vez simplemente no puedas sacar un pensamiento de tu mente. O a menudo te encuentras haciendo cosas que no quieres hacer. Te involucras conscientemente en un comportamiento contraproducente. Sabes que algo no es bueno para ti, pero lo haces de todos modos.


Romanos 7:23 dice: “Veo una ley diferente obrando en mi cuerpo, una ley que lucha contra la ley que mi mente aprueba. Me hace prisionero de la ley del pecado que actúa en mi cuerpo”.

Debido a tu naturaleza pecaminosa, piensas en ti mismo y en tus deseos más que en lo que Dios quiere. Es una batalla en tu mente y la estás perdiendo. Tu vieja naturaleza, quien eras antes de que Jesús cambiara tu vida, no es tu amiga. Es la fuente de todos tus malos hábitos contraproducentes que tienden a derribarte.

¿Quieres romper con esos malos hábitos, y tener más control sobre tu forma de pensar?  

Entonces necesitas escuchar y comprender esta verdad: «No tienes que creer todo lo que piensas.»Tu mente te miente todo el tiempo. El hecho de que creas que algo es verdad, no significa que sea verdad.

El hecho de que sientas que algo es verdad no significa que sea verdad. Tu mente y tus emociones muchas, pero muchas veces te mienten. Parte del crecimiento espiritual, para llegar a parecernos más a Jesús, es aprender a conocer la diferencia entre los pensamientos que son verdaderos y los que no lo son.

Una de las disciplinas más importantes que puedes desarrollar en tu vida, es aprender a retar tus propios pensamientos. Dite a tí mismo: «Esto es lo que estoy pensando… Pero, ¿es eso realmente cierto?»


No importa que tan avanzado estés en tu camino espiritual, tu vieja naturaleza pecaminosa seguirá intentando tomar el control de tus pensamientos. ¡Tienes que aprender a dudar y cuestionar tus pensamientos, no sólo una vez, sino varias veces a lo largo del día y durante toda tu vida!

Cuando empieces a pensar y creer que no le agradas a nadie, pregúntate si eso es realmente cierto. Si crees que nunca mejorarás, pregúntate si es verdad. Cuando creas que tu vida no vale para nada, pregúntate de qué está tratando de convencerte Satanás. Luego, recuerda lo que sabes de la Palabra de Dios, y que es 100% verdad.


La Biblia enseña: “Los que se dejan dominar por su naturaleza pecaminosa viven sólo para complacer sus deseos; pero los que viven de acuerdo con el Espíritu, se preocupan de las cosas del Espíritu.” (Romanos 8:5).

PIENSA DETENIDAMENTE EN ESTO:

  • ¿En qué pensamientos habituales puedes dejar de creer cuando los expones a la luz de la Palabra de Dios?
  • ¿Cuáles son las cosas que agradan al Espíritu Santo (Romanos 8:5)?
  • ¿Qué te dificulta entregar tus pensamientos al Espíritu Santo?