ENFÓCATE EN VIVIR PARA UNA AUDIENCIA DE SOLO UNA PERSONA

Miércoles 17 de enero del 2023

ENFÓCATE EN VIVIR PARA UNA AUDIENCIA DE SOLO UNA PERSONA

«Nadie puede servir a dos señores». Lucas 16:13


Cuando estás preocupado por lo que otras personas piensan de ti, no puedes ser lo que Dios quiere que seas. Pero cuando aprendas a pensar como Jesús, no te preocuparás por agradar a todos. Jesús tenía el enfoque correcto. Sólo le preocupaba por agradar a Dios.

Jesús nunca fue manipulado por las multitudes ni por la aprobación o desaprobación de nadie más. Vivió para una audiencia de una sola persona: “Trato de agradar al que me envió” (Juan 5:30). Cuando tienes la mente de Cristo, eso es lo que tú también haces.


¿No crees que simplificarías mucho tu vida, si vivieras para una audiencia de una sola persona? Si a Dios le gusta lo que estás haciendo, entonces sabes que estás haciendo lo correcto, y de verdad no importará absolutamente nada lo que la humanidad piense de ti.

Dios dice en Mateo 3:17:“Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él”. Obviamente Jesús lo estaba haciendo bien, muy bien.

La verdad es que no se puede complacer a todo el mundo. ¡Ni siquiera Dios puede complacer a todos! Cuando alguien está orando para que haya sol, alguien más está orando para que llueva. Alguien pide a Dios que a su equipo le vaya bien, y otro le pide que gane el equipo contrario. No se puede complacer a todo el mundo.

Lucas 16:13 dice: “Nadie puede servir a dos señores” (NVI).

Tienes que decidir de quién vas a buscar la aprobación: la aprobación de Dios o la aprobación de otras personas. ¿Vas a vivir por lo que piensan los demás, o por lo que piensa Dios?  

Cuando contínuamente buscas la validación, la aprobación de otras personas, significa que realmente no te das cuenta de quién en realidad eres. No entiendes para qué te formó Dios y te puso en este planeta, y no crees que Él siempre está contigo.Jesús nunca permitió que la desaprobación de otra persona o el temor al rechazo lo controlaran.

Nunca pretendió ganar un concurso de popularidad. No necesitaba las opiniones de otras personas para validarse a sí mismo.

Cuando tengas la mente de Cristo, estarás tan seguro de tu identidad en Cristo, de tu propósito en la vida y la presencia de Dios en tu ser, que no necesitarás buscar la aprobación de otras personas.

PIENSA DETENIDAMENTE EN ESTO:

  • ¿Por qué no puedes realizar plenamente tu identidad y propósito de vida, cuando estás preocupado por lo que otras personas piensan de ti?
  • ¿Cuáles son tus principales objetivos? En cada uno de esos objetivos, ¿la aprobación de quién te motiva?
  • ¿Cómo puede el conocimiento de la Palabra de Dios ayudarte a tener la mente de Cristo y a preocuparte más por Su aprobación que por la de otras personas?


El primer paso para tener la mente de Cristo


Si quieres empezar a pensar como Jesús, lo primero que debes hacer es invitar a Jesús a tu vida. No puedes tener la mente de Cristo sin una relación íntima con Él.

Haz esta oración: 
“Señor, no quiero pasar un día más sin ti en mi vida, controlando cada parte de mi corazón. A la luz de todo lo que has hecho por mí, me entrego a ti.

“Te confieso mi pecado y te pido que me perdones por las muchas maneras y muchas veces que he ignorado tu voluntad. Invito a Jesús a mi vida. Él es el único que verdaderamente puede transformar mi vida y darme una vida eterna contigo.

“Padre mío, quiero que me des la mente de Cristo. Ayúdame a pensar como tú quieres que piense. Quiero empezar a vivir para una audiencia de una sola persona: que eres Tú. En el nombre de Jesús te lo pido… Amén.»