“LA EVODIA Y LA SÍNTIQUE”
Noviembre 30 del 2023
Acorde a los estudiosos de la Biblia y los historiadores, la iglesia en la ciudad de Filipos fue ejemplar, porque habían recibido el Evangelio de Cristo con mucha apertura y amor, a pesar de ser integrada por tres niveles de clases sociales; pues había desde magistrados romanos, ricos comerciantes macedonios y griegos, y muchos de sus integrantes eran fieles esclavos y siervos de dichos miembros prominentes de la iglesia cristiana en Filipos.
“Por lo tanto, mis amados hermanos, manténganse fieles al Señor. Los amo y anhelo verlos, mis queridos amigos, porque ustedes son mi alegría y la corona que recibo por mi trabajo.” Filipenses 4:1
Además en esta iglesia, podía uno encontrarse con mucha facilidad todos los frutos del Espíritu Santo y las virtudes cristianas. Pablo, el autor de la carta a los Filipenses, así lo hace constatar en su carta. Sin embargo, a pesar de ser una iglesia modelo y entregada a la búsqueda del Señor, tenía sus «prietitos en el arroz».
“Ahora les ruego a Evodia y a Síntique, dado que pertenecen al Señor, que arreglen su desacuerdo.” Filipenses 4:2
Dos mujeres, miembros de la iglesia, estaban enojadas y distanciadas; «agarradas del chongo». Eran mujeres virtuosas pero de carácter fuerte y en desacuerdo entre ellas.
“Y te pido a ti, mi fiel colaborador, que ayudes a esas dos mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros la Buena Noticia. Trabajaron junto con Clemente y mis demás colaboradores, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.” Filipenses 4:3
Mira esto, eran muy valoradas por el grupo cristiano en Filipos, así como por el apóstol Pablo, porque convivieron con Pablo en la predicación del Evangelio, en una época donde hablar del Señor Jesús era pagado con la vida. Y también eran cristianas genuinas, nacidas de nuevo y demostrado con su testimonio, al grado de que el autor de la carta podía decir que los nombres de Evodia y Síntique estaban escritos en el Libro de la Vida, que es el Libro donde nuestro Señor escribe los nombres de Sus ovejas, y al estarlo, muestra que son parte de la iglesia de Cristo que es Su Novia.
Entonces te estarás preguntando: ¿Puede un cristiano entregado al Señor estar enojado con su hermano en Cristo? Tú mejor que yo lo sabes muy bien, que sí es posible, aunque sigamos desarrollando nuestro caminar con Cristo y asistiendo al grupo de estudio bíblico y orando a diario. Por ello Pablo nos advierte para no caer en ese error y nos da la clave para evitar caer en esta situación tan penosa.
Solo te digo una frase: ACEPTACIÓN AUNQUE NO HAYA APROBACIÓN»
“Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!” Filipenses 4:4
Debemos seguir permanentemente leyendo, meditando y memorizando las Escrituras para que en cuanto se pueda, busquemos arreglar los malos entendidos, aunque a nuestros ojos seamos inocentes del problema, debemos aprender a ser gentiles y más con nuestros compañeros y amigos cristianos.
Te digo otra frase: «PARA UNA RELACIÓN PACÍFICA Y DURADERA: GRAN SENTIDO DEL HUMOR Y PÉSIMA MEMORIA»
“Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto”. Filipenses 4:5
Y claro, ponernos a cuentas con el Señor y con nuestros cercanos, cristianos y los que todavía no lo son, porque tal vez hoy el Señor venga por su iglesia. No anulemos las bendiciones tan grandes que hemos recibido del Señor, al contrario busquemos con amor, la aceptación y gentileza.
“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.” Filipenses 4:6
Y no descuidemos nuestra relación diaria y personal con Dios, que nada tiene que ver con el grupo de estudio bíblico al que asistes, ni de tu amistad cercana con el pastor, rabino o sacerdote, ésta relación es sólo entre tú y Dios, en la privacidad más absoluta.
Después de esto, cuidemos mucho nuestras prioridades, pues al ponerlas en el orden equivocado, nos meteremos en muchísimos problemas de todo tipo, espirituales, en nuestra alma y cuerpo; siendo este orden así:
1.- Nuestra familia cercana e íntima (Esposa e hijos).
2.- Nuestras responsabilidades laborales.
3.- Nuestras amistades y familia secundaria (Padres, hermanos, etc.) y amistades apreciadas.
4.- Nuestra actividad ministerial o de apoyo al grupo cristiano al que hoy estemos asistiendo.
Y te preguntarás; ¿El ministerio hasta el final?… ¡SÍ!… Porque como puedes ministrar y hablar de la Esperanza que tenemos en Cristo, si no has mostrado cuidado y atención a tu familia, si no has sido responsable con tu trabajo que te paga para tu sustento, y si has descuidado a tus padres, hermanos y amigos queridos.
El principal elemento de evangelización, no es tu Biblia ni los sermones que puedas predicar; lo más importante, y que todos los que te escuchen verán primero, es tu testimonio en como tratas a tu familia y cercanos, como has sido responsable en tu trabajo. Si quieres conocer si alguien es digno de confianza y de creerle lo que dice, sólo pregúntele a su cónyuge e hijos acerca de él.
Buenos días
aprendiendojuntosdejesus 