LA COMUNIÓN TE LLEVA AL AGRADECIMIENTO

Jueves 23 de noviembre del 2023

LA COMUNIÓN TE LLEVA AL AGRADECIMIENTO

“Cuando bendecimos la copa en la Mesa del Señor, ¿no participamos en la sangre de Cristo? Y, cuando partimos el pan, ¿no participamos en el cuerpo de Cristo?” 1 Corintios 10:16 

Cuando tomamos la Comunión o Santa Cena, recordamos lo que el Señor Jesús hizo por nosotros en la cruz.

No es una celebración sin sentido que los cristianos hacen sólo porque tienen que hacerlo. Dios nuestro Señor quiere que practiquemos la Comunión para ayudarnos a recordar, a nunca olvidar lo que Él hizo por nosotros. ¿Por qué necesitamos recordar? Para que siempre estemos agradecidos. Sólo puedes estar agradecido por aquellas cosas que recuerdas.

A la comunión también se le llama la Cena del Señor. Es una acción de gratitud, que nos ayuda a recordar lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz, y que regresará.

La Biblia dice en 1 Corintios 11:23-25: El Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí». De la misma manera, tomó la copa después de cenar y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto cada vez que beban de ella en memoria de mí»«

Jesús nos dio el pan y el vino como herramientas, instrumentos de memoria. Usamos estas herramientas para practicar la gratitud, por lo mucho que le costó a Jesús pagar por nuestra salvación.


Otra palabra para Comunión es Eucaristía. Esta es una palabra griega que significa «acción de gracias». La Comunión, Cena del Señor o Santa Cena debe ser un modelo de acción de gracias. ¡Es una de las maneras favoritas de Dios, para agradecerle! Podemos mostrar gracias a Dios de muchas maneras: mediante cánticos de acción de gracias, mediante ofrendas de acción de gracias o mediante la copa y el pan de acción de gracias.


“Esa copa de bendición por la cual damos gracias, ¿no significa que entramos en comunión con la sangre de Cristo? Ese pan que partimos, ¿no significa que entramos en comunión con el cuerpo de Cristo?” (1 Corintios 10:16).

Cuando bebemos de la copa y comemos del pan de la Comunión, le decimos a Dios: «Padre, gracias por enviar a tu Hijo a vivir una vida perfecta y morir por nuestros pecados para que podamos ser perdonados».


Al recordar el alto precio que Jesús pagó para salvarnos, la única respuesta razonable es la gratitud profunda y eterna.


MEDITA EN ESTO:

  • Cuando participas de la Cena del Señor, ¿lo sueles hacer con espíritu de gratitud? 
  • ¿Por qué crees que Jesús quiere que comulguemos con otros cristianos en lugar de hacerlo solos?
  • ¿De qué otras maneras puedes practicar la gratitud con personas de la familia de Dios?

¿Has confiado en la promesa de salvación de Dios?

Si nunca has comprometido tu vida con Jesús, entonces puedes hacer hoy esta sencilla oración de fe:

“Señor Jesús, has prometido que si creo en ti, todo lo que he hecho mal me será perdonado, descubriré el propósito de mi vida y algún día iré a vivir a tu hogar eterno en el Cielo.

“Confieso mi pecado y te pido que me perdones. Creo que eres Dios, mi Salvador, y quiero que seas el Señor de mi vida. Hoy te entrego cada parte de mi vida. Quiero seguirte y hacer lo que me digas.

“Jesús, estoy agradecido por tu amor y por tu sacrificio que hace posible que tenga una relación contigo y unirme a ti en el Cielo algún día. Sé que no lo merezco. Y te doy gracias porque no tengo que ganar ni trabajar para mi salvación, porque sé que eso es imposible. Quiero utilizar el resto de mi vida para servirte a ti en lugar de servirme a mí mismo. Te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. En el nombre de Jesús te lo pido… Amén.»