“ANTE LA CRISIS POR UNA ENFERMEDAD”


Noviembre 9 del 2023

“Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa”. Marcos 2:1

Muchos cristianos, a pesar de tener fe en Cristo Jesús, sienten mucho miedo cuando padecen una enfermedad fuerte, terminal o incurable.

“E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra”. Marcos 2:2

Sabemos que nuestro Señor es un Dios Todopoderoso, que su amor nos sanará, pero, el dolor, la presión, la incomodidad, el costo y la incertidumbre de un tratamiento, nos altera y sufrimos. ¿Puedes imaginar los pensamientos que tenía el paralítico de Capernaum cuando veía a su sanidad tan lejos de él y en un lugar lleno de gente, que también buscaban afanosamente un milagro?

“Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro”.
Marcos 2:3

El Evangelio nos narra está situación, y como su desesperación y fe los guió a tomar decisiones temerarias, para que su amigo paralítico pudiera estar frente a frente al médico de médicos. Cuatro personas lo cargaron, y decididamente hicieron algo temerario e impensable. Esto sólo lo pudieron hacer, por la fe que tenían en que el Señor Jesús lo podía sanar.

Como no podían acercarlo a Jesús por causa de la multitud, quitaron parte del techo encima de donde estaba Jesús y, luego de hacer una abertura, bajaron la camilla en la que estaba acostado el paralítico.” Marcos 2:4

¡Qué asombrosa decisión!, sin importar las consecuencias legales y económicas, sus amigos abrieron un agujero en el techo del lugar para descolgar la camilla de su amigo. Situaciones dramáticas, generan decisiones dramáticas, como los muchos testimonios de eventos sucedidos en el huracán que azotó Acapulco:

Una señora que estaba en cinta, por las impresiones del huracán dió a luz prematuramente y prácticamente en la calle, sin agua ni energía eléctrica. Una vecina que es partera la ayudó a dar a luz al bebé, pero el bebé obviamente estaba mal por no haber terminado su tiempo de gestación; la partera le dijo: ¡ya no puedo hacer más! Solo Dios lo puede salvar. Aún no terminaba de decir esto, cuando se escucharon los helicópteros de la Marina, haciéndoles señas llamaron su atención. El helicóptero pudo bajar rápidamente y ahora este bebé se recupera en el hospital Naval de zona.

“Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados”. Marcos 2:5

Para el Señor, solo le basta una muestra de tu poquita fe para responder a tus oraciones. Así que, ¿hasta donde estás dispuesto a mostrar tu fe en Jesús? Siendo paralítico, ¿serás capaz de pedirle a tus amigos que te suban y te descuelguen del techo, para ver cara a cara al médico de médicos?

De corazón, deseo para tí, que este día el Señor provea todo lo necesario para que estés frente a frente con nuestro Señor Jesucristo, para que hoy le diga: “Hijo, tus pecados te son perdonados, levántate y ve en paz”.
Buenos y sanados días tengan todos