“LA VERDAD DE NUESTRA COSTUMBRE”

“LA VERDAD DE NUESTRA COSTUMBRE”

Noviembre 2 del 2023

La tradición o costumbre popular, ya sea milenaria, prehispánica o moderna, generalmente no es congruente con la realidad, y menos con lo que el Señor pide en su Palabra.

«»Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, ten mucho cuidado de no imitar las costumbres detestables de las naciones que viven allí.  Por ejemplo, jamás sacrifiques a tu hijo o a tu hija como una ofrenda quemada. Tampoco permitas que el pueblo practique la adivinación, ni la hechicería, ni que haga interpretación de agüeros, ni se mezclen en brujerías,  ni hagan conjuros; tampoco permitas que alguien se preste a actuar como médium o vidente, ni que invoquen el espíritu de los muertos.» Deuteronomio 18:9-11

Desde el principio, cuando el Señor puntualizó las «reglas de la relación entre el Creador con su creación», especificó muy claramente la prohibición de cualquier tipo de relación con los muertos. En Egipto, donde habían estado por poco más de 400 años, la cultura reinante de los egipcios era de la veneración a los muertos, por esto el Señor específica claramente esta prohibición para su pueblo recién liberado, indicando que esas costumbres le ofenden: «

ten mucho cuidado de no imitar las costumbres detestables de las naciones que viven allí». Pero como la condición humana, hasta la fecha, es de continua rebeldía, cientos de años después del Monte Sinaí, el Señor mediante el profeta Isaías les hace ver su falta de observación a lo indicado en la Ley.    

Todo el día abrí mis brazos a un pueblo rebelde.  Pero ellos siguen sus malos caminos y sus planes torcidos.” Isaías 65:2

Y es que la “cultura popular o tradición”, puede hacer que le volvamos la espalda a nuestro Creador y Dios verdadero.

Todo el día me insultan en mi propia cara al rendir culto a ídolos en sus huertos sagrados y al quemar incienso en altares paganos.»Isaías 65:3

Tradición muy colorida, divertida y consoladora, pero que no tiene nada que ver con el Señor, quien nos dá vida eterna y venció a la muerte.

De noche andan entre las tumbas para rendir culto a los muertos. Comen carne de cerdo y hacen guisos con otros alimentos prohibidos.” Isaías 65:4

Así es, un supuesto consuelo para los alejados del conocimiento del Dios vivo y verdadero, es creer que los que han fallecido antes que nosotros, en realidad no se han ido, y que deambulan por este mundo, pareciéndoles esperanzador el celebrar un «culto» a esos seres queridos que han muerto. Pero cuando lo analizamos de cerca y a la luz de la Palabra de Dios, no podemos encontrar ni verdad ni esperanza en esto. Porque la verdadera y única esperanza para después de la muerte, solo la podemos encontrar en Cristo; quién por esto nos promete que está con nosotros, y estaremos con Él eternamente.

»Miren, tengo escrito mi decreto delante de mí: no me quedaré callado; les daré el pago que se merecen. Sí, les daré su merecido,”  Isaías 65:6

Desde luego, ese terror a dejar esta vida, es consecuencia de cambiar al Creador por su creación.

tanto por sus propios pecados como por los de sus antepasados  —dice el Señor—. También quemaron incienso en los montes  y me insultaron en las colinas.  ¡Les daré su merecido!” Isaías 65:7

Líbrate del terror a la muerte y del pecado, acercándote a quien celebra la vida.

»Pero no los destruiré a todos  —dice el Señor—. Tal como se encuentran uvas buenas en un racimo de uvas malas  (y alguien dice: “¡No las tires todas; algunas de ellas están buenas!”), así mismo, no destruiré a todo Israel. Isaías 65:8

Aprovecha hoy la inmensa misericordia del Señor, y busca se de esas «uvas buenas» en un gran racimo de «uvas malas».

Conservaré un remanente del pueblo de Israel y de Judá, para que posea mi tierra. Aquellos a quienes yo escoja la heredarán y mis siervos vivirán allí.” Isaías 65:9

No busques entre los muertos al que vive para siempre. El Señor, nos ha dado la victoria y preparó un lugar para nosotros junto a Él. Hoy así te dice el Señor:

La llanura de Sarón se llenará nuevamente de rebaños para mi pueblo que me busca, y el valle de Acor será lugar de pastoreo para las manadas.” Isaías 65:10

Busquemos al Señor vivo y eterno con todo nuestro corazón.

Buenos días

EL DÍA DE LOS MUERTOS

Noviembre 1 y 2 del 2023.

EL DÍA DE LOS MUERTOS

¿Pero en qué consiste la tradición del día de los muertos?…

«En la época prehispánica el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.

El Día de Muertos en la visión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.

En esta celebración de Día de Muertos, la muerte no representa una ausencia, sino una presencia viva; la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. En este sentido se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular ya que comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales.

Su origen se ubica en la armonía entre la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos; los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de nuestro país, trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.

La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya que esta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos

Cada año muchas familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o algún platillo que le gustaba a sus familiares a quien va dedicada la ofrenda, y al igual que en tiempos prehispánicos, se coloca incienso para aromatizar el lugar.

Asimismo, las festividades incluyen adornar las tumbas con flores y muchas veces hacer altares sobre las lápidas, lo que en épocas indígenas tenía un gran significado porque se pensaba que ayudaba a conducir a las ánimas a transitar por un buen camino tras la muerte.

La tradición también indica que, para facilitar el retorno de las almas a la tierra, se deben esparcir pétalos de flores de cempasúchil y colocar velas trazando el camino que van a recorrer para que estas almas no se pierdan y lleguen a su destino. En la antigüedad este camino llegaba desde la casa de las familias hasta el panteón donde descansaban sus seres queridos.

El Día de Muertos se celebra en todo México, teniendo algunas variantes dependiendo la región o el estado.

En la Ciudad de México, en la Alcaldía de Tláhuac, se encuentra un pequeño poblado de nombre Mixquic, que significa “donde hay mezquite”, uno de los lugares más visitados durante estos días ya que su celebración se apega a las tradiciones mexicanas y se lleva a cabo conjuntamente con la feria del pueblo. El día 2 de noviembre se realiza “La Alumbrada”, donde miles de velas iluminan las tumbas decoradas con flores.

Oaxaca, uno de los estados más ricos culturalmente hablando, la celebración de Día de Muertos es una de las más significativas. Los altares se adornan con un mantel blanco o papel picado y se divide en escalones, teniendo cada uno un significado especial: el primero representa a los abuelos y/o adultos, mientras que el segundo o sucesivos son para todos los demás. Durante esta festividad puede asistirse a infinidad de exhibiciones en Oaxaca.

Otros estados y lugares destacados en México durante esta festividad son: Janitzio y Pátzcuaro en Michoacán, Xochimilco en la Ciudad de México y Cuetzalán en Puebla, por citar algunos.

Cabe mencionar que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró en 2008 esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su importancia y significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente a un mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria.

Para la UNESCO, el encuentro anual entre los pueblos indígenas y sus ancestros cumple una función social considerable al afirmar el papel del individuo dentro de la sociedad. También contribuye a reforzar el estatuto cultural y social de las comunidades indígenas de México.

El Día de Muertos se considera una celebración a la memoria y un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido.

En México la celebración del Día de Muertos varía de estado en estado, de municipio en municipio y de pueblo en pueblo, sin embargo en todo el país tiene un mismo principio, reunir a las familias para dar la bienvenida a sus seres queridos que vuelven del más allá.» (Tomado de: Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal | 01 de noviembre de 2019)

Ahora bien; ¡Que dice la Biblia acerca de los conceptos en los que se basa esta tradición?

Para todas las personas, está establecido que mueran una sola vez. «Así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez y después venga el juicio,» Hebreos 9.27.

Después de la muerte, no hay lugar intermedio o purgatorio donde «terminar de arreglar los pendientes con Dios». Ni tampoco la opción de volver a la vida en el cuerpo de un animal, acorde al comportamiento que se tuvo en vida. La Palabra de Dios indica que una vez fallecido, se pasa un tiempo en un lugar llamado el Seol (hebreo) o Hades (griego), donde existen 2 lados, uno para los de la familia de Dios, llamado Paraíso («Entonces Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».» Luc 23:43), y otro lugar para los que rechazaron ser parte de la familia del Señor, llamado infierno. Jesucristo lo explica en la parábola del rico y Lazaro, en Lucas 16:19-31. Lugares de donde no se puede salir, hasta el momento que el Señor lo ha determinado,

«Además de eso, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieren pasar de aquí para allá no pueden, ni tampoco pueden los de allá para acá” Lucas 19:26

A su debido tiempo, al momento del Rapto, todos los que se encuentran en el Paraíso, se juntarán con los que todavía estemos vivos y fuimos arrebatados, para juntos asistir a las Bodas del Cordero.

«El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.» 1 Tesa 4:16-17

Los que se encuentran en el infierno, después del Milenio saldrán para ser juzgados en el Juicio del Gran Trono Blanco, para terminar por toda la eternidad en el Lago de Fuego.

«Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno. Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros y luego otro que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. El mar devolvió sus muertos, la muerte y sus dominios devolvieron los suyos; entonces cada uno fue juzgado según lo que había hecho. La muerte y sus dominios fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda. Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.» Apoc 20:11-15

La ÚNICA ocasión en que el Señor permitió que un muerto regresara a la vida, por solo un breve tiempo, fue cuando la pitonisa de Endor, invocó a Samuel, que ya había muerto, a petición del rey Saúl. Narración en 1 Samuel 28.

«—¿A quién desea usted que yo haga aparecer? —preguntó la mujer. —Evócame a Samuel —respondió Saúl. Al ver a Samuel, la mujer pegó un grito. —¡Pero si usted es Saúl! ¿Por qué me ha engañado? —reclamó. —No tienes nada que temer —dijo el rey—. Dime lo que has visto. —Veo un espíritu que sube de la tierra —respondió ella. —¿Y qué aspecto tiene? —El de un anciano que sube envuelto en un manto. Al darse cuenta Saúl de que era Samuel, se postró rostro en tierra. Samuel dijo a Saúl: —¿Por qué me molestas, haciéndome subir?»» 1 Samuel 28:11-15

EN CONCLUSIÓN; Cualquier persona que ya haya muerto, no hay manera que regrese a este mundo, aunque sea por una noche. No es posible, no hay forma, no puede ser que «la frontera» que hay entre el mundo de los vivos y los muertos, se «abra» una vez al año.

Y si por alguna razón «alguna presencia» se te presenta, solo te aseguro, te garantizo que no es tu «difunto». Pudiera ser un ente espiritual, no de las huestes del Señor, sino de las legiones del señor de este mundo.

«Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.» Efesios 6:12

Por todo lo antes comentado, y soportado con la Palabra, fíjate muy bien lo que busques esta noche y la noche de mañana, porque la misma Palabra nos enseña:

«Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama, se le abre.» Mateo 7:8

No se te ocurra buscar «una experiencia sobrenatural» con la «güija» o cosa similar, no vaya a ser que de verdad, algo se te aparezca, y te aseguro que no será ni tu difunto, ni un ángel del Cielo.