SU PRESENCIA… TU ANCLA EN MEDIO DEL HURACÁN

Viernes 27 de octubre del 2023

SU PRESENCIA… TU ANCLA EN MEDIO DEL HURACÁN

“Aunque camine por el valle más oscuro, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”. Salmo 23:4


Nadie pasa por esta vida, sin enfrentar contratiempos. Todos nosotros enfrentaremos tormentas, de vez en cuando o muy seguido.

Pero el verdadero problema no es el contratiempo, es cómo reaccionamos. Cuando experimentas un revés, ¿qué pasa después? ¿Te dominan los contratiempos con su remolino? ¿Dejas de intentarlo y te rindes?


Si no tenemos cuidado, los contratiempos nos harán tomar malas decisiones:

ALEJÁNDOTE DE TUS METAS Y OBJETIVOS.    Escuchamos esa vocecita interior que te dice: «¿De qué sirve intentarlo de nuevo?» Entonces dejamos de luchar, para continuar con lo que Dios claramente nos ha llamado a hacer.

DESECHAMOS LO QUE MÁS VALORAMOS.    A veces, después de un período de sufrimiento intenso, nuestras prioridades cambian, y dejamos de lado lo que antes nos importaba mucho.

FRUSTRADOS POR EL FUTURO.    Pensamos que estamos condenados, que hemos terminado y que todo se ha terminado.

Muchas personas reaccionan ante las crisis de una de esas tres maneras. La verdadera prueba de la fe no es qué tan alto saltas y aplaudes cuando cantas alabanzas a Dios, sino qué tan recto caminas cuando atraviesas por el valle de sombra de muerte.

Siempre irás a la deriva en una tormenta sin el ancla adecuada. Y sólo un ancla será suficientemente fuerte.

Uno de los pasajes más famosos de la Biblia lo dice así: “Aunque camine por oscuros y tenebrosos valles, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4).

La PRESENCIA DE DIOS es la mayor ancla en cualquier situación.

Cuando te sientas desesperado y no puedas ver la luz al final del túnel, recuerda que Dios no te ha abandonado. Elige convertirlo en tu ancla, sólida como una roca.

No importa cuán oscuro sea tu valle, nunca has estado más cerca de Dios, que en ese preciso momento. Y tal vez al leer esto me pudieras decir: «Eso está muy bien, pero no siento su presencia».


Pero Su presencia, realmente no tiene nada que ver con cómo te sientes. La Biblia dice que Dios está ahí en tu valle más oscuro, lo sientas o no lo sientas. Esa es la realidad, lo creas o no. Su presencia no depende de tus sentidos ni de tu sensibilidad.

La Biblia dice: “Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.” (Romanos 8:38-39).


No importa lo que estés sufriendo y padeciendo hoy, Dios y su amor están ahí contigo.

Y esa verdad, te ofrece estabilidad en cualquier huracán.

REFLEXIONA EN ESTO:

  • ¿Qué reveses en tu vida te han hecho dudar de la presencia de Dios?
  • Mira retrospectivamente las tresformas en que los contratiempos pueden llevarnos a tomar malas decisiones. ¿Cuáles has experimentado? 
  • ¿Cómo te ayuda a superar esos momentos difíciles, el reconocer la presencia de Dios en medio de los contratiempos y reveses?

¿Seguirás hoy a Jesús?


Dios demostró su amor y bondad a través de su Hijo, Jesucristo. La Biblia dice: “Porque así amó Dios al mundo: dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).

¿Estás listo para confiar en que Dios cumplirá su promesa de vida eterna? Si es así, haz esta sencilla oración:


«Mi Señor, creo que Jesucristo es tu Hijo. Confieso que he pecado y te pido perdón. Creo que Jesús murió para quitar mis pecados y que tú lo resucitaste. Quiero confiar en Jesús como mi Salvador y seguirlo como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad. En el nombre de Jesús te lo pido… Amén.»