NO SIGAS REVIVIENDO ESA OFENSA EN TU MENTE, YA DEJALA IR.

Lunes 9 de octubre del 2023


NO SIGAS REVIVIENDO ESA OFENSA EN TU MENTE, YA DEJALA IR.

“Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo perdone a ustedes sus ofensas.”  Marcos 11:25 

Cuando la gente nos lastima, tenemos dos tendencias naturales: recordar y vengarnos.

Pero eso no es lo que 1 Corintios 13:5 nos dice que hagamos: “El amor no exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas».


Entonces, ¿cómo deberías responder a las personas que te han causado un daño? ¿Cómo manejas todas esas heridas y dolores que has acumulado en tu memoria?

No las repitas una y otra vez en tu mente, reviviendo en cada ocasión ese terrible dolor que te causaron. En lugar de eso, eliminalas, borrarlas de tu memoria emocional, para que solo recuerdes el evento sin sentir el dolor y rencor que te causaron. Suelta ya y deja ir esas heridas. Perdona y sigue con tu vida.

Cuando nos lastiman, tendemos a revivir ese dolor de tres maneras: Emocionalmente en nuestra mente, relacionalmente como un arma, y de manera práctica al contárselo a otras personas.


PRIMERO: Lo repetimos, lo revivimos una y otra vez en nuestra mente. Pero el resentimiento es autodestructivo. Sólo perpetúa el dolor. Nunca sana; nunca soluciona nada. En lo que más piensas, es hacia donde avanzas. Si lo único que piensas es en cuánto te lastimaron en el pasado, entonces solo avanzarás hacia el doloroso pasado. Pero si te concentras en el futuro, avanzarás hacia el futuro. Si te concentras en tu potencial, avanzarás hacia ese potencial.

SEGUNDO: Repetimos nuestro dolor en las relaciones que tengamos. Usamos ese dolor de nuestro pasado, como cuña y como arma. Decimos cosas como: «¿Recuerdas cuando me hiciste eso?» o «¡Pero tú hiciste esto!»


La Biblia dice en Proverbios 17:9: «Cuando se perdona una falta, el amor florece, pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos». Reclamar y regañar también separa los matrimonios y a cualquier otra relación que tengas. Reclamar, exigir y regañar no funciona.

TERCERO: Repetimos nuestro dolor, lo revivimos al contárselo a otras personas. ¡A esto se le llama chisme! Se lo contamos a todos los demás, excepto a Dios, y a la persona con quien tenemos el problema.¿

Sabías que Dios odia los chismes? Los odia tanto como odia el orgullo, porque eso es el chisme. El chisme es puro y simple ego, porque estamos tratando de vernos y sentirnos mejor. Cada vez que compartes chismes, estás siendo orgulloso, y Dios odia el orgullo y el chisme. Si tú no eres parte del problema o de la solución, no es tema de tu conversación.


El amor no guarda ningún récord o registro de las heridas sufridas. El amor no recuerda ni revive una agresión para que se convierta en resentimiento, chisme y rencor.
Marcos 11:25 dice:

“Y cuando ores, perdona cualquier cosa que tengas contra alguien, suéltalo y déjalo ir, para que también tu Padre que está en el cielo te perdone tus ofensas.” Este versículo de la paráfrasis de la Biblia, dice «déjalo ir».


El amor responde al dolor «dejándolo ir».

MEDITA EN ESTO:

  • ¿Qué dolor qué has estado reviviendo en tu mente una y otra vez, necesitas dejarlo ir hoy?
  • ¿Por qué crees que es más fácil quejarse de una agresión que perdonarla? ¿Es realmente más fácil a largo plazo?
  • ¿Qué necesitas cambiar en la forma en que respondes a los chismes?