“DIVERSAS TÉCNICAS DE CULTIVO”
Septiembre 30 del 2023
¿Quién no se ha sentido frustrado al compartir con otros la esperanza que tenemos en Cristo, teniendo como respuesta una indiferencia total?
“Escuchen, oigan mi voz; presten atención, oigan mi palabra:” Isaías 28:23
Eso es más común de lo que creemos, y hoy analizaremos lo dice el Señor al respecto.
“Cuando un agricultor ara para sembrar, ¿lo hace sin descanso? ¿Se pasa todo el día abriendo surcos y removiendo el terreno?” Isaías 28:24
El Señor a través del profeta Isaías habló sobre los acontecimientos que sucederían a nivel mundial, y explica como tiene un tratamiento diferente para cada nación. Y para ello acude a la metáfora de un agricultor.
“Después de que ha emparejado la superficie, ¿no siembra eneldo y esparce comino? ¿No siembra trigo en hileras, cebada en el lugar debido y centeno en las orillas?” Isaías 28:25
Como podemos ver, cada pueblo y gente, acostumbra una “técnica de sembrado” diferente.
“Es Dios quien lo instruye y le enseña cómo hacerlo. Isaías 28:26
Entonces, debemos compartir nuestra esperanza que tenemos en Cristo Jesús, conociendo cómo el agricultor, las diferentes técnicas para diversas personas, momentos y circunstancias para hacerlo.
“Porque no se trilla el eneldo con rastrillo ni sobre el comino se pasa una rueda de carreta, sino que el eneldo se golpea con una vara y el comino con un palo. El grano se tritura, pero no demasiado ni tampoco se trilla sin descanso. Se le pasan las ruedas de la carreta, pero los caballos no lo trituran.” Isaías 28:27 y 28
De modo que, no nos apachurremos ni nos desanimemos si “sembramos” la semilla de la esperanza en el Señor y no hay resultados inmediatos, o como nos gustaría verlos. Debemos entender que tenemos que sembrar con diferentes técnicas según el Espíritu Santo nos vaya guiando. El Espíritu Santo es quien convence de pecado, porque esto también es indicado por Dios.
“También esto viene del Señor de los Ejércitos, admirable por su consejo y magnífico por su sabiduría.” Isaías 28:29
¡No te desanimes ni desistas! Analiza el campo y las personas, y pide en oración la Palabra adecuada y precisa para cada persona, para sembrar la Palabra de vida eterna. Y recuerda, que la labor no es tuya, es del Señor, tú solo siembra la semilla de la esperanza en Cristo, y a su debido tiempo, tal vez años después de haber escuchado tus palabras, esa persona se aferrara a esa esperanza de vida eterna en Cristo Jesús.
«Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios porque es quien hace crecer. El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo.» 1 Corintios 3:6-8
Y por último, recuerda que: «tus hecho gritan tanto, que no podrán escuchar lo que digas»
Buenos días
aprendiendojuntosdejesus 