EN MEDIO DE TU DUELO, CAMINA HACIA LA PAZ

Lunes 17 de julio del 2023

EN MEDIO DE TU DUELO, CAMINA HACIA LA PAZ

“Ayuné y lloré mientras el niño vivía, porque dije: ‘Quizás el Señor tenga piedad de mí y deje vivir al niño’. Pero, ¿por qué debo ayunar cuando está muerto? ¿Puedo traerlo de vuelta?”  2 Samuel 12:22-23

Cuando las personas reciben malas noticias, su primera respuesta suele ser de incredulidad y negación. Rechazamos la verdad porque es demasiado impactante y dolorosa. No creemos que sea posible. No podemos aceptar que es real. Pensamos: «¡No se supone que suceda así!»

Pero luego la realidad comienza a asentarse lentamente y ya no puedes negarlo. Ahí es donde viene la rendición. La rendición es aceptar la realidad y es el primer paso en el camino hacia la paz. Tienes que aceptar lo que no se puede cambiar.

Después de enterarse de la muerte de su pequeño hijo, el rey David dijo: «Ayuné y lloré mientras el niño vivía, porque dije: ‘Quizás el Señor tenga piedad de mí y deje vivir al niño’. Pero, ¿por qué debo ayunar cuando está muerto? ¿Puedo traerlo de vuelta?” (2 Samuel 12:22-23). Por supuesto que no puede. Su hijo se había ido. ¿Entonces, qué hace el Rey David? Acepta lo que no se puede cambiar.

En cualquier pérdida que experimentes en tu vida, lo primero que tienes que hacer es aceptar lo que no se puede cambiar.

La aceptación no significa que dejes de preocuparte. La aceptación no significa que no duela. ¡Porque te duele y te seguirá doliendo! Y la aceptación no significa que pienses qué lo que pasó es bueno, porque puede ser muy, muy malo. La aceptación simplemente significa que sabes que no puedes cambiarlo, y que tienes que avanzar con una nueva realidad.


Entonces, ¿qué necesitas para aceptar lo que ya se acabó en tu vida? Tal vez sea un trabajo en el que sigues pensando que te llamarán y te darán otra oportunidad. Pero eso no va a suceder.

Tal vez es una relación de la que dependías emocionalmente se terminó, pero sigues esperando que se vuelvan a cruzar sus caminos en cualquier momento. Pero esa persona no va a volver.


Tal vez es esa temporada en tu vida que disfrutabas grandemente, pero que ahora ha terminado y crees que puedes extenderla un día más. Pero tienes que aceptar que esa etapa de tu vida, ya ha terminado.

Tal vez es un sueño que has estado esperando que llegue, pero aún no ha sucedido, y no quieres renunciar a él. Necesitas conseguir un nuevo sueño, una nueva meta, una nueva visión para tu vida.


Todo, las cosas buenas, las malas y las feas, está aquí solo por una temporada, nada en esta vida es para siempre. Cuando expiren o caduquen cada una de ellas, tienes que confiar en que Dios tiene el control. Él te guiará hacia la paz cuando estés listo para rendirte completamente y sin condiciones a él y a su buen plan para ti.

REFLEXIONA EN ESTO:

  • ¿Cómo puedes saber que Dios tiene el control, incluso cuando estás angustiado y sufriendo?
  • ¿Por qué necesitas a alguien que te diga la verdad de Dios, cuando estás intentando aceptar una realidad dolorosa? ¿Quién puede ser esta persona?
  • Si necesitas un nuevo sueño para tu vida, ¿estás listo para entregarle tus planes a Dios? ¿Cómo le mostrarás que estás listo para Su sueño para tu vida?