LAMENTARTE ES SALUDABLE

Miércoles 12 de julio del 2023

LAMENTARTE ES SALUDABLE

“El Señor es como un padre para sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. Porque él sabe cuán débiles somos; recuerda que solo somos polvo.” Salmo 103:13-14


Lamento no es una palabra que usamos mucho en la actualidad, pero es una práctica esencial para tu salud emocional y espiritual.

¿Y qué es el lamento? Un lamento es una expresión apasionada de dolor a Dios. Tú clamas a Dios. Incluso puedes gritarle a Dios. Puedes llorar. Puedes gemir. El lamento es un acto de adoración que puede incluir discutir con Dios y quejarte con Él.

“Esperame tantito”, muy probablemente te quedaste pensando. ¿Quejarse con Dios puede ser un acto de adoración? Así es: Cuando te quejas de Dios, eso es un acto de rebelión. Pero cuando te quejas con Dios, eso es un acto de adoración.

Puedes quejarte a Dios o con Dios todo lo que quieras. ¡Dios lo acepta y puede manejarlo! Él puede manejar tu rabia, resentimiento, arrepentimiento y acusaciones, porque ya lo sabe todo. Solo quiere que lo saques de tu pecho. Quiere que lo admitas y se lo confieses, quiere que se lo digas, aunque sea en medio de lágrimas y sollozos. 

El Señor es como un padre para sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. Porque él sabe cuán débiles somos; recuerda que solo somos polvo.” Salmo 103:13-14


Dios no le teme a tus emociones negativas. Nosotros sí les tememos, pero Dios no. Quiere que lo sueltes todo, y lo dejes salir en forma de lamento, porque sabe que la vida no es solo miel y hojuelas, también hay espinas en cada rosa. La vida puede ser dura, muy dura. Por eso la Biblia dice que hay un tiempo para regocijarse, pero también hay un tiempo para llorar. Por eso la Biblia está llena de lamentos.

De hecho, hay un libro completo de lamentos en la Biblia llamado Lamentaciones, donde Jeremías se queja con Dios diciéndole que se equivocó. Jeremías estaba de duelo por la destrucción del templo en Jerusalén, y Dios le permitió hablar, quejarse y reprochar. 

La mayoría de la gente piensa que el libro de los Salmos se trata de acciones de gracias y alabanza. Pero de los 150 salmos en la Biblia, 65 de ellos son salmos de lamento. Cada emoción humana se expresa en el libro de los Salmos.

Si Dios te lleva a lamentarte y no sabes cómo empezar, solo ve a los Salmos. Mientras lees, subraya cada versículo con el que te identifiques y cada versículo que te anime. Repítele estos versículos a Dios, ya sean salmos de alabanza o salmos que claman a Dios en dolor.

Tus oraciones, desde lo profundo de tu decepción, frustración y dolor, estarán llenas de alabanzas y lamentos; y serán un acto de adoración, y Dios las escuchará. 

REFLEXIONA EN ESTO:

  • ¿Qué necesitas expresarle hoy a Dios en lamento?
  • ¿Por qué crees que a menudo dudamos en expresar nuestras frustraciones y quejas a Dios, como si Él no las supiera ya?
  • ¿Qué sucede con tus emociones negativas cuando no las deja salir de manera saludable?


¿Seguirás hoy a Jesús?

Dios probó su bondad a través de su Hijo, Jesucristo. La Biblia dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su unigénito Hijo, para que todo aquél que en él crea, no se pierda sino tenga vida eterna.” (Juan 3:16).

¿Estás listo para confiar en que Dios cumplirá su promesa de darte vida eterna?


Si es así, comienza haciendo esta sencilla oración:

“Mi Dios, creo que Jesucristo es tu Hijo. Confieso que he pecado, y te pido perdón. Creo que Jesús murió para quitar mis pecados y que lo resucitaste al tercer día. Quiero confiar en Jesús como mi Salvador y seguirlo como Señor a partir de hoy. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad. En el nombre de Jesús te lo imploro …Amén.»