¿QUÉ TE PREGUNTAS CUANDO ESTÁS SUFRIENDO?

Miércoles 5 de julio del 2023

¿QUÉ TE PREGUNTAS CUANDO ESTÁS SUFRIENDO?

“Por eso, no nos damos por vencidos. Es cierto que nuestro cuerpo envejece y se debilita, pero dentro de nosotros nuestro espíritu se renueva y fortalece cada día. Nuestros sufrimientos son pasajeros y pequeños en comparación con la gloria eterna y grandiosa a la que ellos nos conducen.” 2 Corintios 4:16-17


Cuando la vida se vuelve dolorosamente insufrible, la mayoría de las personas, eventualmente se preguntan: «¿Por qué me está pasando esto a mí?»

Pero esa es la pregunta equivocada para hacernos cuando las cosas nos oscurecen el futuro. En su lugar, intenta preguntar: «Dios mío, ¿cuál es tu propósito en esto?»


La Biblia dice en 1 Pedro 1:6-7: “Están siendo temporalmente acosados por toda clase de pruebas y tentaciones. Esto no es un accidente, sucede para probar su fe, que es infinitamente más valiosa que el oro”.


Nada llega a tu vida por casualidad. Dios no es el origen ni la causa del mal. Pero Él puede sacar el bien de cada cosa, incluso del mal. Las pruebas revelan tu carácter, tu madurez, tu seguridad, tus valores y tu fe.

Una de las figuras principales de la Biblia es el apóstol Pablo. Dedicó toda su vida a servir a Dios. Pero, en muchos sentidos, la vida de Pablo fue peor de lo que puedas imaginarte. Fue apedreado, náufrago, lo golpearon, fue dado por muerto, lo encarcelaron, azotaron y asaltaron, y además pasó sed y hambre.

Pero nunca estuvo amargado. En lugar de preguntar, «¿Por qué yo?» buscó y confió en el propósito de Dios. Aprendió a confiar en Dios, en medio de sus problemas, incluso cuando no entendía  por que le sucedían esas desgracias.

¿Y cuál es el secreto de su persistencia? “Por eso, no nos damos por vencidos. Es cierto que nuestro cuerpo envejece y se debilita, pero dentro de nosotros nuestro espíritu se renueva y fortalece cada día. Nuestros sufrimientos son pasajeros y pequeños en comparación con la gloria eterna y grandiosa a la que ellos nos conducen.” (2 Corintios 4:16-17).


Como Pablo, puedes aferrarte a la esperanza de que Dios tiene un propósito, e incluso una recompensa que supera tu sufrimiento y dolor.

Cuando Jesús murió en la cruz, sus seguidores pensaron que era una completa tragedia sin sentido. ¡Pensaron que Dios había cometido un gran error! Pero lo que no podían ver, era a Dios sentado en su trono llevando a cabo un plan muchísimo más grande.

Después de la resurrección de Jesús, se apareció a los discípulos y les dijo: “¡La paz sea con ustedes! Como me envió el Padre, así os envío yo” (Juan 20:21).

Momentos antes de esto, ellos no podían ver la razón de tan grande tragedia. Pero entonces, llegó Jesús, diciéndoles que Dios les estaba dando una nueva misión, que era parte de un gran propósito.

El propósito de Dios para tu vida siempre es mayor que tus problemas, aflicciones, desesperaciones y desesperanzas. Confía en Él. Al Señor le encanta convertir las crucifixiones en resurrecciones. Se especializa en situaciones angustiosas y desesperadas.

REFLEXIONA EN ESTO:

  • ¿En qué circunstancias de tu vida te has preguntado: “¿Por qué a mí?”
  • ¿Cuándo has visto a Dios sacar algo bueno de tus peores circunstancias?
  • ¿En qué parte de tu vida necesitas comenzar a preguntarte, “Dios, cuál es tu propósito?