LAS GRANDES LECCIONES DE LA VIDA, NO SE APRENDEN DE LA NOCHE A LA MAÑANA

Lunes 31 de julio del 2023

LAS GRANDES LECCIONES DE LA VIDA, NO SE APRENDEN DE LA NOCHE A LA MAÑANA

“Vigila los intereses de los demás, no solo los tuyos”. Filipenses 2:4


Al interesarte y preocuparte por los demás, sacas lo mejor de ellos. Construyes relaciones firmes y duraderas. ¿Y qué significa estar preocupado e interesado en los demás? Significa que piensas un poco menos en ti mismo, y un poco más en los demás.


Lo opuesto es el egocentrismo, y es la causa número uno de conflictos y discusiones. La Biblia dice: “¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra….” (Santiago 4:1-2 NVI).

El egocentrismo destruye, fulmina las relaciones.

Cuenta un conferencista de la Palabra, que una noche se metió a la cama tres segundos antes que su esposa. Cuando ella se metió en la cama, le preguntó si había cerrado todas las puertas de la casa. Pero en esos tres segundos, fingío estar casi dormido y susurró: «No». Luego, se levantó la esposa y verifico todas las puertas. Hay solo una palabra para describir lo que este esposo hizo: Fue egoísta, puro y simple.


El problema es que ser egoísta es la naturaleza humana. Naturalmente, pensamos en nuestros propios intereses, nuestras heridas, cómo nos vemos y cómo nos sentimos. Incluso la cultura moderna nos dice: “Haz lo que creas que es mejor para ti”. Pero la Biblia dice: “Cuiden los intereses de los demás, no solo los suyos propios” (Filipenses 2:4).

¿Qué sucede cuando velas por los intereses de los demás y no solo por los tuyos? No solo transformarás tus relaciones, sino que también transformarás a las otras personas. Haces que la otra persona cambie, porque tú, ya no eres la misma persona que eras antes, lo que llevará a los demás, a relacionarse contigo de una manera diferente.

Lo he visto muchas veces: Cuando tratas a las personas malhumoradas y desagradables con amabilidad, en lugar de tratarlas como realmente se merecen, a menudo se transforman en personas agradables.

La mayor lección de la vida es aprender a no solo interesarte y preocuparte por ti mismo, pero esto no sucederá de la noche a la mañana. Te va a tomar el resto de tu vida.

Pero la buena noticia es que Dios no te deja solo para que aprendas a interesarte en los demás. Romanos 8:26 dice: “El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad”.


Nunca dejes de esforzarte por preocuparte e interesarte en los demás, por los que estén a tu alcance. ¡El Espíritu de Dios está contigo para ayudarte a romper el ciclo natural del egoísmo! Cuando lo hagas, verás la transformación en todas tus relaciones.

MEDITA EN ESTO:

  • Piensa en una relación importante en tu vida. ¿De qué manera actúas egoístamente en esa relación?
  • ¿Alguna vez alguien ha actuado desinteresadamente contigo cuando no lo merecías? ¿Cómo te impactó?
  • ¿Qué orarás cuando necesites que el Espíritu Santo te ayude a actuar desinteresadamente y pensar en los demás antes que en ti mismo?