RESOLVIENDO CONFLICTOS

Miércoles 24 de mayo del 2023

RESOLVIENDO CONFLICTOS

“¿Por qué notas la pequeña mota de polvo en el ojo de tu amigo, pero no notas el gran pedazo de madera en tu propio ojo? . . . ¡Hipócrita! Primero, saca la madera de tu propio ojo. Entonces verás bien para sacar el polvo del ojo de tu amigo.» Mateo 7:3, 5


Una de las habilidades más importantes para la vida que debes aprender, es la resolución de conflictos, saber cómo solucionar los problemas interpersonales. Si no lo aprendes, pasarás gran parte de tu vida de manera miserable, porque somos personas imperfectas y tenemos conflictos casi todos los días de nuestras vidas.

Para resolver el conflicto, tendrás siempre que dar el primer paso. Y para hacer eso, vas a tener que pedir la ayuda y guianza de Dios.

Se necesita valor, coraje y determinación para acercarte a alguien con quien estás en conflicto y decirle que quieres sentarte y resolverlo. Una vez que ya has dado este paso, no empieces con lo que la otra persona, a tu entender, ha hecho mal; no hagas acusaciones ni enumeres las mil formas en que te ha lastimado. Empiezas con lo que tú hiciste mal.

Siempre puedes encontrar y reconocer algo que hiciste mal, y confesarlo. Incluso si el conflicto es 99.99 % culpa de la otra persona, puedes admitir tu 0.01% de contribución al conflicto. Tal vez fue tu mala respuesta o tu actitud. Tal vez fue la forma en que calladamente te alejaste.

Tienes debilidades en tu vida que otros ven claramente, pero que tú nunca has visto. Esos son tus puntos ciegos. Es por eso que necesitas llegar a la resolución de conflictos con un corazón humilde y comenzar con tus propias faltas, errores y equivocaciones.Jesús dijo: 

 “¿Por qué notas la pequeña mota de polvo en el ojo de tu amigo, pero no notas el gran pedazo de madera en tu propio ojo? . . . ¡Hipócrita! Primero, saca la madera de tu propio ojo. Entonces verás bien para sacar el polvo del ojo de tu amigo.» (Mateo 7:3, 5 NCV).

¿Cuál es el trozo de madera en tu ojo que te impide ver la situación con claridad? No empieces con todas las variadas e ingeniosas formas en que la otra persona te ha lastimado, difamado, ofendido y herido, hasta que primero hayas aceptado y confesado tu aportación al conflicto.

¿Causaste conflicto por ser insensible? ¿O fuiste demasiado sensible? ¿No mostraste compasión por la persona que estaba sufriendo? ¿Estabas siendo demasiado exigente? ¿Cuáles son tus puntos ciegos?

Una vez que los descubras y los confieses, estarás listo para el siguiente paso en la resolución de conflictos.

REFLEXIONA HONESTAMENTE EN ESTO:

  • ¿Qué nos impide ver claramente nuestro propio pecado?
  • ¿Cómo crees que afecta a la otra persona cuando inicias la resolución de conflictos con la confesión en lugar de las acusaciones?
  • Piensa en un conflicto no resuelto que tengas en tu vida. ¿Cómo avanzarás para resolverlo? ¿Cómo darás el primer paso?