“DESPIDO INJUSTIFICADO”

“DESPIDO INJUSTIFICADO”


Mayo 13 del 2023

Siempre el cristiano debe agradecer al Señor por tener un empleo. El trabajo es una bendición. Pero, en algunas ocasiones, por más esfuerzo y dedicación, por circunstancias ajenas al empleado puede sufrir un “despido injustificado”.


“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”. Romanos 12:3

Por ello, es importante no poner toda su confianza en algún empleo, pues al fin de cuentas, son organizaciones del ser humano. Por lo qué, en el único que podemos y debemos confiar por completo, es en el Señor Jesucristo.

“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función”. Romanos 12:4

Es así, como estamos leyendo en los versículos anteriores que el Señor nos aconseja a mantener un balance adecuado a la luz de la Biblia, sabiendo y reconociendo nuestras habilidades y debilidades:

“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe”. Romanos 12:6

Esta parte del capítulo 12 a la carta a los Romanos, es muy conocida y muy enseñada en los estudios bíblicos. Pero, hoy quisiera llevarla a la vida diaria:

“o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”. Romanos 12:7 y 8

Cómo podemos ver los dones para el Cuerpo de Cristo, también nos ayudan en el desarrollo de nuestra vida cotidiana. Así que, no tengamos temor de un “despido injustificado”, puede ser que el Señor lo permite para que usted se de cuenta de los dones que Él le ha dado. Para que reconozca como su jefe supremo, al Todopoderoso, para sacarlo de las tinieblas y que dependa solo de su luz.

“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno”. Romanos 12:9

Pero, lo más importante que tiene que saber es que el Señor permite un «despido injustificado», para que siga caminando en Su voluntad. De modo que empiece desde ahora a autoevaluarse. Sea sincero con usted mismo y pida al Señor sabiduría para descubrir sus dones y debilidades, sus aciertos y sus errores laborales, y esté preparado como el pueblo de Israel que comía la pascua con su equipaje a cuestas, listo para salir en cuanto el Señor diera la orden. Hoy nuestro Señor dice:

“En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”. Romanos 12:11 y 12

Y recuerde, si donde usted trabaja lo separan de sus responsabilidades y labores, sólo puede ser porque no le es productivamente valioso a su empleador, ya sea por sus pobres resultados, o por la maldad en el corazón de su jefe; y en ambos casos, no es sano que continúe en ese trabajo. Un trabajador que produce más de lo que se esperaba de él, nunca será separado de su cargo, aunque sea por intereses meramente comerciales y económicos de la organización que lo contrató.  

Buenos días

J. L. R.