“GRATITUD CORRECTA”

“GRATITUD CORRECTA”


Mayo 12 del 2023

Ahora que según los gobiernos de los países han decretado el fin de la emergencia por el virus COVID-19, la gente ya está expectante para una nueva crisis sanitaria, temblando de nervios y miedo, por el «posible» contagio de una nueva enfermedad desconocida.

Muchos ya ni se acuerdan de la pérdida de familiares y seres queridos, de sus empleos bien remunerados quebtenían, y siguen en su avaricia siendo esclavos de las posesiones y el dinero, de desórdenes familiares, corrupción, degradación moral, y viviendo sin ninguna clase de freno, ético, espiritual o moral, por lo que les queda de vida, al mero estilo del mundo prediluviano. 

“Te alabaré con todo mi corazón; Delante de los dioses te cantaré salmos”. Salmo 138:1

Pero el creyente en Jesucristo nacido de nuevo, no puede ser así. Pero desgraciadamente, envuelto en todo lo que le rodea, también lo es. Clamábamos dolorosamente cuando no podíamos salir por el temor al contagio, ni aún a los estudios bíblicos asistíamos. Y ahora que ya podemos hacerlo, no acudimos a conocer más de nuestro Señor,  y agradecerle que todavía nos tiene por acá.

“Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas”.
Salmo 138:2

El cristiano nacido de nuevo no debe ser así. La gratitud debe ser algo natural, al momento de recibir la bendición, y todo el resto del tiempo que nos reste de vida; el Señor nos lo repita una y otra vez: No olviden. ¿Acaso ha oído que se vayan a reunir específicamente para agradecerle a DIOS porque ya se controló el virus COVID-19? ¿Lo han invitado a participar de alguna reunión en casa o en auditorio, para adorar al Señor, festejar y agradecer a Jesucristo por las oraciones contestadas? Si su respuesta es no. Bien, entonces deberíamos de ser agradecidos y animar a nuestros conocidos cristianos nacidos de nuevo a hacer lo mismo, porque el Señor nos escuchó y nos libró de la enfermedad y algunos hasta de la misma muerte.

“El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma”. Salmo 138:3

Desafortunadamente nuestra memoria es tan corta que ya olvidamos cómo rogábamos por la sanidad de amigos y familiares, y sobre todo por los médicos y enfermeras. Pero, hoy como el pueblo de Israel que salió de Egipto, seguimos solo viendo problemas, carencias e incomodidades, en vez de ver y disfrutar la libertad, quejándonos de crímenes horribles como los feminicidios, porque casi nadie está cumpliendo la Gran Comisión, de predicar el Evangelio.

“Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Porque han oído los dichos de tu boca”. Salmo 138:4

¿Que hermoso para el Señor hubiera sido un simple: “gracias, muchas gracias mi Dios” , pues ya no hay emergencia por el COVID-19; gracias por los desarrolladores y fabricantes de las vacunas? Pero, el humano natural, una vez que ha perdido el miedo al contagio, se olvida de quién realmente es la solución, no es la vacuna; ¡es DIOS!

“Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos”.
Salmo 138:6

Por eso hoy, la invitación del Señor es para que seamos agradecidos y le demos gracias en lo individual, pues en lo personal e individual nos cuido, fortaleció y sanó. Dad gracias a nuestro Rey Soberano lleno de misericordia y amor. Porque ese es el deseo de nuestro Señor que le demos las gracias. Después de todo Él es soberano.

“Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos”. Salmo 138:8

Buenos días

J. L. R.