“MIGRACION”

“MIGRACION”


Marzo 30 del 2023

Desafortunadamente, como siempre comentamos en estas publicaciones, una vez más una mala noticia se dio a conocer:

La noche del 27 de marzo cerró con una de las mayores tragedias de migrantes centroamericanos en México, acaecida en las instalaciones de detención del Instituto Nacional de Migración (INM): 39 personas fallecieron y otras 29 más se encuentran hospitalizadas, tras un trágico incendio registrado en Ciudad Juárez, Chihuahua.

“Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto”. Éxodo 22:21

Como cristianos nacidos de nuevo, debemos mostrar nuestra compasión con estos extranjeros y peregrinos que ahora la ley llama migrantes ilegales. Ya los gobiernos se encargarán de afligirlos a su paso, como si fuera una epidemia cotagiosa.

No sabemos porque han tenido que dejar a su tierra, parentela y cultura, para aventurarse a tierras lejanas y muy, muy, muy poco hospitalarias. El simple hecho de salir obligados por la inseguridad, la mala economía y decisiones equivocadas de los gobiernos de países pobres y erraticos como el nuestro, no significa que sean gente malvada, aunque migre gente de todo tipo.

“Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis”. Levítico 19:33

De hecho el pueblo de Israel peregrinó cuarenta años por el desierto y la iglesia universal de Cristo tiene que ser peregrina para llevar el mensaje de la esperanza en Cristo Jesús. Misioneros de todo el mundo viajan constantemente para anunciar el Evangelio de amor, habiendo alcanzado para Cristo, durante los ultimos 250 años, millones de personas en todos los continentes del planeta.

“Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios”. Levítico 19:34

Es por ello que, si vemos en nuestro peregrinar por este mundo, a personas de otros lugares cuyo único delito ha sido desear un mejor futuro, ayudemos, oremos por y junto a ellos y tratémoslos como enseña la Palabra del Señor, después de todo, el Cielo estará lleno de gente como ellos y de gente como usted y su servidor. Cuando estemos todos reunidos en Las Bodas del Cordero, no existiran nacionalidades de procedencia, niveles académidos, forturas acumuladas, títulos nobiliarios ni de estatus religioso, sino que todos seremos hijos de Dios, celebrando nuestra boda, como Esposa de Cristo, con nuestro amado Señor Jesucristo. 

“Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura”. 1 Crónicas 29:15

Buenos días

J. L. R.