“PIGMALION”

“PIGMALION”


Marzo 24 del 2023

Se dice en la mitología griega que había un escultor llamado “Pigmalión”, quien había hecho tan perfecta su escultura que se enamoró de su obra.

“Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres”. Efesios 4:8

A partir de esa leyenda de la mitología griega, cuando las personas encuentran a un mentor o un guía en la vida, para que mejoren y lleguen a tener éxito como el propio maestro, se le llama “efecto Pigmalión”. Incluso de este efecto habla la obra de teatro musical y película estrenada en 1964: My Fair Lady, con Rex Harrison y Audrey Hepburn como actores principales.

“El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo”.
Efesios 4:10

Como podemos ver, en lo espiritual, la Biblia da cuenta de este efecto de parte del Señor.

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”. Efesios 4:11

El Señor mismo instituyó a la iglesia, para que por medio de ella, se diera este efecto Pigmalión, pues Él quiere que todos lleguen a alcanzar Su imagen.

“a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Efesios 4:12 y 13

Es tanto el ágape o amor de Dios, que nos tiene, que desea que lleguemos a ser lo mejor de lo mejor.

“para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”. Efesios 4:14

Así que no menospreciemos ese amor. Vayamos de la mano, con los siervos de Dios, evangelistas, pastores y maestros, y todos a una, como un solo cuerpo, hasta alcanzar la estatura del varón perfecto en Cristo Jesús. Romanos 12:3 nos indica: «

Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.»

Entonces, ya sean apóstoles; profetas, evangelistas, pastores, maestros o cristianos que acaban de abrazar la esperanza en Cristo Jesús, todos, sin distinción de antigüedad ni de rango eclesiatico, busquemos alcanzar la medida del varón perfecto, en Cristo Jesús. Recordando que la única y verdadera cabeza de la iglesia es Cristo, y todos los hijos de Dios, independientemente del título que ostenten dentro de la iglesia, estamos en el mismo nivel y estatura dentro de la familia de Dios. 

“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”. Efesios 4:15 y 16

Buenos días

J. L. R.