“CONSUELO Y TRAICIÓN”

“CONSUELO Y TRAICIÓN”

Marzo 17 del 2023

Cuentan que en la selva se encontraron un ratón y una iguana, ésta se lamentaba por falta de alimento y el ratón empezó a consolarla.


“Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar”. Salmo 41:9

El ratón lloró con la iguana, le enjugaba sus lágrimas y le decía palabras de consuelo. Le hacía ver cuan grandes facultades naturales tenía para cazar y allegarse de alimento.


“Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él”. Salmo 55:12

Poco a poco la iguana fue recobrando la confianza en sí misma, abría su boca por el consuelo del ratón y vio cuan larga era su lengua para alcanzar mosquitos, larvas y hasta fauna pequeña.


“Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar”. Salmo 55:13

De repente, cuando el ratón empezaba a sonreír con la iguana y sentía satisfecho de su obra de misericordia, la iguana giró su cabeza y abriendo su boca lanzó un lengüetazo tan fuerte que atrapó al ratón y se lo comió

.“Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa de Dios”. Salmo 55:14

La moraleja de esta fábula es muy difícil de comprender porque lo que menos se espera de alguien cercano, es una traición, y menos de las personas de nuestro círculo íntimo, y qué decir de amigos familiares y hermanos en la fé.

Pero, desgraciadamente, eso pasa con mucha frecuencia, porque muchas veces nos pasa como al ratón, y aunque una iguana no nos pueda comer, si puede darnos una gran mordida de ingratitud. Pero, ahora pensemos en Jesús, a quien a pesar de reconocerlo como nuestro único y suficiente Salvador lo seguimos ignorando con nuestros pensamientos, obras y desobedeciendolo. Ahora nosotros podemos ser como la iguana. Siguiendo este ejemplo, Cristo ya fue “tragado” por nuestros pecados, pero, aún así seguimos pecando.

Debemos de esforzarnos para ser agradecidos con Dios, pues el hecho en sí, de haber pagado nuestra culpa en la cruz, ya es una gran consolación.

“En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará”. Salmo 55:16

Por todo ello, este Salmo 55, se reconoce como un “Salmo Mesiánico”. Porque habla del gran sentimiento del Señor, quien a pesar de aconsejarnos, amarnos y bendecirnos, nosotros no correspondemos. Tal vez por eso Jesús fue un hombre de oración.


“Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz”. Salmo 55:17

Aún Jesús, tuvo que ser un consolador traicionado, su tesorero lo vendió por treinta piezas de plata, su mano derecha del grupo de discípulos lo negó tres veces y por si fuera poco, cuando padecía injustamente estaba solo entre dos malhechores, asesinos y sediciosos. Por eso, nadie mejor que Él para recomendarnos ser agradecidos con Dios, y cuando llegamos a experimentar la traición, porque de seguro la experimentaremos, dejarlo todo en sus manos.


“Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo”. Salmo 55:22

Buenos días

J. L. R.