HAZ MENOS Y CONFÍA MÁS

Sábado 4 de marzo del 2023

HAZ MENOS Y CONFÍA MÁS

“Fue tan malo que no pensamos que íbamos a lograrlo. . . Al final resultó que fue lo mejor que podría habernos pasado. En lugar de confiar en nuestra propia fuerza o ingenio para salir adelante, nos vimos obligados a confiar totalmente en Dios, ¡no es una mala idea ya que él es el Dios que resucita a los muertos!» 2 Corintios 1:8-9


¿Necesitas más margen en tu vida, más espacio y tiempo? Una forma de encontrarlo es hacer menos y confiar más en Dios.

¿Y eso cómo ayudaría? Porque Dios puede hacer más en 20 minutos que tú en 20 años.
Piensa en tu propia vida. ¿Hay metas y sueños por los que te has esforzado, buscado, trabajado, apurado y presionado año tras año sin lograrlos? ¿Por qué no retrocedes un poco? Relájate. Bájale dos rayitas a tu estrés. Confía en Dios y fíjate en lo que Él puede hacer. Si haces espacio en tu vida, es posible que descubras que Él logra tus sueños, mucho más rápido y mejor que tú.

El único beneficio de estar estresado y sobrecargado, es que te obliga a confiar en Dios. Esta situación te pone de rodillas cuando te das cuenta de que estás contra las cuerdas, sin fuerzas y sin un gramo de energía y creatividad.

Cuando el Apóstol Pablo estuvo en Asia (actual Turquía), trabajando y sirviendo, experimentó tal agotamiento. ¡Que estaba listo para tirar la toalla!


Dice en 2 Corintios 1:8-9: “Fue tan malo que no pensamos que íbamos a lograrlo. . . Al final resultó que fue lo mejor que podría habernos pasado. En lugar de confiar en nuestra propia fuerza o ingenio para salir adelante, nos vimos obligados a confiar totalmente en Dios, ¡no es una mala idea ya que él es el Dios que resucita a los muertos!».


Dios puede hacer lo que tú no puedes hacer. Jesús no dijo: “Si estás muy ocupado, puedes mover montañas”. No dijo: “Si trabajas muy duro y te estresas mucho, puedes mover una montaña”. Él dijo que “si tienes fe”, puedes mover montañas» (Mateo 17:20).

La fe, y no el ajetreo y trabajar muy duro, es lo que genera el milagro de alcanzar ese sueño.

Entonces, ¿Cuál es tu montaña? ¿Cuál es el problema en tu vida que necesita mudarse al mar? ¡Deja de intentar hacerlo todo tú mismo! Haz menos y confía más en Dios.

PIENSA Y MEDITA MUY PROFUNDAMENTE EN ESTO:

  • ¿Cuándo te has visto obligado a confiar en Dios, después de darte cuenta de que estabas sobrecargado y agotado?
  • ¿Cuándo has visto a la fe mover una montaña, ya sea en tu propia vida o en la de otra persona?
  • ¿En qué sueño o meta necesitas parar de trabajar tan duro para lograrlo? ¿Cómo sería para ti, retroceder y darle a Dios espacio para trabajar?

¿Estás listo para encontrar descanso en Dios?

El primer paso hacia el verdadero descanso, es hacer las paces con Dios aceptando a Jesús como tu Señor y Salvador. Puedes comenzar con esta sencilla oración:

“Dios mío, no quiero que mi pecado me separe más de ti. Has prometido que si creo en Jesús, me perdonarás por todo lo que he hecho mal, me mostrarás el propósito de mi vida, me aceptarás en tu familia y me llevarás al Cielo cuando así lo decidas, para vivir contigo por la eternidad.


“Señor Jesús, confieso mi pecado y creo que eres mi Salvador. Confío en ti cuando dices que la salvación viene por gracia, por medio de la fe, y no por algo que yo haga. Te pido que entres en mi vida como mi Señor. Hoy te entrego mi vida.

“Quiero vivir de la forma que planeaste cuando me formaste, en paz y descansado, y usar el resto de mi vida para servirte.

En el nombre de Cristo Jesús te lo pido… Amén.»