CONOCE TUS LÍMITES, PARA NO EXCEDERTE

Miércoles 1 de marzo del 2023

CONOCE TUS LÍMITES, PARA NO EXCEDERTE

“He aprendido que todo tiene límites”. Salmo 119:96


Si quieres contar con un espacio en tu vida para que puedas hacer el trabajo que Dios quiere que hagas, debes recordar que solo eres un ser humano. No eres un dios. No eres invencible ni incansable. ¡Tu tienes límites!

El Salmo 119:96 dice: “He aprendido que todo tiene límites”.

Dios es el autor de tus limitaciones. Las puso allí para tu bien, porque te ama. Entonces, en lugar de luchar contra tus limitantes, debes aceptar tus límites.

Lamentablemente, como seres humanos no somos muy hábiles para reconocer nuestros límites. Constantemente sobreestimamos nuestras habilidades y subestimamos los obstáculos, y cuánto tiempo llevará hacer algo.

Además de eso, vivimos en una cultura que constantemente nos dice: “¡Puedes hacerlo todo! ¡Tu puedes tenerlo todo! ¡Puedes ser lo que quieras!…¡You can do it!” Pero esto no es verdad. Tú puedes ser todo lo que Dios quiere que seas, pero no puedes ser, todo lo que sea, que tú quieras ser. Hay límites en tu vida.


En primer lugar, tienes límites físicos. No puedes pasar seis meses sin comer, no importa cuánto te convenzas. Incluso el pensamiento más positivo y más poderoso, no puede superar tus límites físicos.

También tienes límites emocionales. Estos son mucho más difíciles de reconocer en tu propia vida. Muchas personas tratan de cargar tanto sus propios problemas como con los problemas de las personas que los rodean. Pero, ¿a cuántas personas más puedes cargar emocionalmente? ¿Cuántos de sus problemas puedes manejar, como si fueran tuyos? Probablemente no a tantos como crees.

También tienes límites mentales. El problema es que los medios de comunicación constantemente inyectan nueva información en tu mente, a través de la radio, la televisión e Internet. Como resultado, muchas personas en todo el mundo están mentalmente sobrecargadas, a punto del corto circuito. Ya no pueden con más.

Y, por supuesto, tienes límites de tiempo. No importa a cuántos seminarios de administración del tiempo asistas, nunca tendrás más de 24 horas en un día. Y siempre tendrás que dormir parte de ese tiempo.

Podrías estar pensando: «Sería realmente bueno si Dios me advirtiera cuando estoy llegando a mi límite».


¡Dios te ha dado una luz roja de advertencia! Ésta tiene diferentes nombres: dolor, fatiga, estrés, pérdida de alegría, pérdida de memoria, irritabilidad. Cuando sientes alguna de estas cosas, es porque estás sobrecargado; ya has excedido algún límite en tu vida.Entonces, ¿cómo creas espacio libre en tu vida? El punto de partida para generar ese espacio disponible, es darte cuenta de que necesitas espacio,necesitas liberar tu tiempo, porque tú tienes límites. No puedes seguir llenando tu vida de actividades, compromisos y demás cosas que no son importantes, y que no te ayudan a lograr tu propósito de vida.

Pídele a Dios que te dé la sabiduría para reconocer tus límites. Luego comienza a crear un margen de seguridad, un espacio en tu vida y experimenta la alegría que surge cuando no estás viviendo sobrecargado de compromisos y actividades.

REFLEXIONA EN ESTO:

  • ¿Por qué crees que Dios puso límites en ti?… Por qué no quiere que tú lo hagas todo.
  • ¿Cómo descubres lo que debes reducir o dejar de hacer, para tener más margen disponible en tu vida?
  • ¿Qué límites ya sabes que tienes? ¿Cómo los descubriste? ¿Los estás respetando?