“LA DESCENDENCIA QUE SALVA”

“LA DESCENDENCIA QUE SALVA”

Diciembre 20 del 2022

Muchas cosas se pueden explicar, si entendemos el plan de Dios por amor a la humanidad. Me explico:

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Génesis 3:15

Cómo acabamos de leer, a consecuencia de la desobediencia del hombre; el Señor pone un antagonismo, una rivalidad entre la descendencia del ser humano y la de la “serpiente”.

“Judá, te alabarán tus hermanos; Tu mano en la cerviz de tus enemigos; Los hijos de tu padre se inclinarán a ti”. Génesis 49:8

Así entendemos también que la primogenitura, con relación a la descendencia era muy importante, pues desde el principio la creación estuvo expectante del nacimiento del Mesías, Salvador de la humanidad.

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”. Isaías 7:14

Las profecías, poco a poco detallaron el desarrollo de un linaje que serviría de vehículo para que el Creador se encarnara. Era por medio del nacimiento de un bebé, que el Salvador vendría, despojándose de su trono y corona.


“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. Miqueas 5:2

De manera que, si existe una “enemistad”, entre las simientes de los hijos de Dios y la de los hijos de los hombres, ahora podemos entender la estrategia del enemigo, al impedir la reproducción de la línea de dónde nacería el Mesías.


“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos”. Mateo 2:16

Y por otro lado también podemos comprender la importancia de las “genealogias” a lo largo de libros de la Biblia.
“Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”. Mateo 1:1

La estrategia del enemigo no ha cambiado. Últimamente podemos ver cómo por motivos religiosos, científicos o económicos, no se quiere celebrar la Navidad o se pretende dar otro sentido distinto. El cristiano debe celebrar que Cristo Jesús, aquel Mesías prometido desde el principio, llegó al mundo para salvarnos del pecado y de la muerte. Y no hay sacrificios que podamos ofrecer por nuestros errores, ni tampoco tenemos que realizar un sinnúmero de rituales para obtener el favor de Dios. En Jesús, ese bebé que nació en el portal de Belén lo cubre todo, para más tarde morir crucificado por nosotros.


“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Mateo 1:21

De manera que el celebrar la Navidad, es celebrar la salvación que Dios da como muestra de su gran amor. Ahora también entendemos el coro angelical en la primera Navidad.

“¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”. Lucas 2:14

Así que si usted ya es salvo por la fe en Jesús, célebre su nacimiento en Belén y en su corazón.

Y si es la primera vez que ha leído una reflexión como está, pídale al que Todo lo Puede que nazca en su corazón. Entonces podrá celebrar una verdadera Navidad y formará parte de los “hijos de Dios”.

“Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho”. Lucas 2:20

Buenos días


J. L. R.