EL PROPÓSITO DETRÁS DE CADA PROBLEMA

Domingo 11 de diciembre del 2022

EL PROPÓSITO DETRÁS DE CADA PROBLEMA

“También podemos regocijarnos cuando nos encontramos con problemas y pruebas, porque sabemos que son buenos para nosotros, nos ayudan a aprender a ser pacientes. Y la paciencia desarrolla la fuerza del carácter.” Romanos 5:3-4


¿Alguna vez has tenido algún problema en tu trabajo? Por supuesto que sí. Todos, sin importar dónde trabajen o con quién trabajen, han tenido algún tipo de problema en su trabajo.

La Biblia nos dice qué hacer con ese tipo de problemas: “También podemos regocijarnos cuando nos encontramos con problemas y pruebas, porque sabemos que son buenos para nosotros, nos ayudan a aprender a ser pacientes. Y la paciencia desarrolla la fuerza del carácter” (Romanos 5:3-4).

Dios está mucho más interesado en tu carácter que en tu comodidad. Él está trabajando para perfeccionarte, no para mimarte, consentirte y apapacharte. Su objetivo en tu vida y en tu trabajo no es hacerte sentir cómodo; su objetivo es ayudarte a crecer. Y usa los problemas en tu vida para fortalecer tu carácter.

Cuando tengas un problema en tu trabajo, no le preguntes a Dios por qué tienes ese problema. En lugar de eso, pregúntale a Dios: “¿Qué quieres que aprenda de esto? ¿Qué estás tratando de enseñarme? ¿Cuál es mi punto ciego? ¿En qué problema de carácter tengo que trabajar?”


Y cuando le preguntas a Dios, “¿Qué…?” también recuerda esta simple verdad: Mientras tú estás trabajando en tu trabajo, Dios está trabajando en ti.


A veces, la tentación será un problema para ti en el trabajo, ¡pero Dios puede usar incluso las tentaciones para tu bien! Muchos cristianos dicen que no les gusta trabajar con incrédulos, porque los que no siguen los pasos del Maestro, traen más tentaciones. Pero eso no es cierto. Serás tentado con los creyentes en Cristo Jesús tanto como con los incrédulos. Y no es pecado ser tentado de todos modos; es solo pecado ceder a la tentación. La Biblia dice que Jesús fue tentado en todos los sentidos, al igual que tú, y sin embargo nunca pecó, porque nunca cedió.

Serás tentado por el resto de tu vida, sin importar dónde trabajes, estudies, vivas, vacaciones o hagas ejercicio. Pero Dios puede usar esas tentaciones para bien. Él puede usarlas para construir tu carácter. Cada vez que te sientas tentado, puedes tomar una decisión. Puedes elegir resistir la tentación, o puedes elegir ceder y actuar en consecuencia.


Cada vez que cedes, la tentación te hace daño. Cada vez que eliges hacer el bien, la tentación se convierte en un trampolín para tu crecimiento.

MEDITA EN ESTO:

  • ¿Por qué Dios quiere que te regocijes cuando tengas problemas y pruebas (Romanos 5:3-4)? ¿Qué crees que se necesita para poder lograrlo?
  • ¿Cómo cambia tu perspectiva al preguntarle a Dios: “qué”, en lugar de “por qué”?
  • ¿Qué ha provisto Dios para ayudarte a resistir la tentación en el trabajo?