TRADICION DE LA CORONA DE ADVIENTO

“TRADICION PARA ESPERAR”


Diciembre 4 del 2021

Para todo cristiano nacido de nuevo, con un conocimiento básico del plan de Dios para la humanidad expuesto en la Biblia, es claro, que “esperar” la visita del Creador del universo a este mundo, fue un tiempo de mucha espera. Desde que el hombre cayó en desobediencia, en Génesis 3:15, hasta los Evangelios que es la vida del Mesías prometido pasaron miles de años.

Sabemos que para venir a salvarnos nuestro Señor Jesús, dejó su trono y corona para encarnarse o “nacer” en la forma más humilde de un ser humano:

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Filipenses 2:5 al 8

En la actualidad, se lleva el calendario gregoriano, de doce meses, sin embargo, no siempre fue así, por ello, es complicado saber cuándo fue exactamente, el día en que nació Jesús en Belén.

“Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo”. Lucas 1:68

Ante tal dificultad, y para no dejar de celebrar la Navidad, se estableció como tradición cristiana en el siglo XVI en Alemania, después del movimiento reformador de la religión cristiana de esa época, una forma práctica, sobre todo para los niños, como cuenta regresiva previa al día de Navidad, Johann Hinrich Wichern (1808-1881), un clérigo alemán, pionero en el trabajo misionero entre los pobres de las ciudades, pensó en usar una rueda vieja de una carreta para ser muy didáctico, de tal manera que por el año 1839, los niños de la escuela que Wichern había fundado, le preguntaban a diario si el día de Navidad ya había llegado. El ministro construyó un memorial con la rueda de carreta, diecinueve velas rojas pequeñas y cuatro velones blancos.  Encendían una vela pequeña cada día de la semana durante el Adviento, y los domingos, una de las cuatro velas grandes.

“Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz”. Lucas 1:79

Así surgió la “Corona de Adviento”,  tradición cristiana que simboliza el transcurso de las cuatro semanas previas a la Navidad. No es más que un “símbolo”, una representación gráfica que consiste en una corona de ramas (generalmente de pino o abeto), con cuatro (o en ocasiones cinco) velas. Comenzando el primer domingo de Adviento, el encendido de una vela puede, si así lo desean, acompañarse de la lectura de la Biblia y oraciones. Durante las siguientes tres semanas se encienden el resto de las velas hasta que, en la semana anterior a la Navidad, las cuatro velas están encendidas. Algunas coronas de Adviento incluyen una quinta vela, llamada “vela de Cristo”, que se enciende en el día de Navidad.

“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”.
Lucas 2:7

Los colores de las velas que adornan la corona, pueden corresponder a las vestiduras del sacerdote a lo largo del periodo de Adviento, a saber: El morado, color profundamente espiritual y en preparación de las velas correspondientes a las tres primeras semanas de Adviento; el rosa, se usa en la celebración dominical, correspondiente a la tercera semana de Adviento. El morado con el blanco, indica la cercanía de Navidad; finalmente, en algunas coronas de Adviento se pone una quinta vela, más grande y de color blanco, que se enciende el día de Navidad. El blanco simboliza pureza y tiempo de júbilo.

Así que puede encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona en significado de preparación progresiva para recibir la luz que trae nuestro Salvador. Hoy sería ya el tercer domingo de adviento. Así cada luz que emana de cada vela encendida nos recordará que Jesucristo es la luz del mundo y que quién está fuera de Él habita en las tinieblas. Es costumbre que cada domingo, antes de agradecer por los alimentos, en familia y comunidad de fe, se encienda una de las velas en señal de dependencia absoluta de nuestro Señor.

La corona de adviento es una forma muy original y creativa de entender el verdadero significado de la Navidad. Sin embargo, recuerde que usted tiene la última palabra en su hogar, para señalar los medios y tradiciones que junto con su familia pueda realizar en conmemoración de estas fiestas. Recuerde que Jesucristo es:

“Luz para ser revelada á los Gentiles, Y la gloria de tu pueblo Israel”. Lucas 2:32

Buenos días

J. L. R.