“TAN SABIOS COMO NEHEMÍAS”

“TAN SABIOS COMO NEHEMÍAS”

Diciembre 1 del 2022

Para todos los creyentes en Jesucristo, es indiscutible que la oración o comunicación con el Señor es indispensable. Sin embargo, parece ser que el concepto de la “oración” es diferente en muchos casos, desde todo un ritual con especificaciones de lugar, hora, atuendo y fraseología usada, hasta una mera conversación a cualquier hora del día, en cualquier lugar y mientra se ejecutan diversas actividades; dando como resultado, una mayor o menor intensidad en la práctica de este ejercicio de comunicación con el Creador.


Nehemías tenía un secreto, para tener una vida muy bendecida, pues a pesar de estar preso en un país extranjero, tenía un empleo en la corte del rey de suma importancia.


“Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia”. Nehemías 2:1

¿Cuál era el secreto de Nehemías, para que a pesar de sus problemas personales, familiares y de todo su pueblo sojuzgado, fuera tan bendecido? La respuesta es simple: Nehemias tenía la costumbre de orar a Dios mientras llevaba a cabo sus tareas. Hasta en los momentos más difíciles, oraba al Señor silenciosamente. Por ejemplo, pide ayuda en medio de esta conversación crucial con el rey.

“Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos”. Nehemías 2:4

También insertó oraciones espontáneas mientras escribía sus memorias. Aquí hay algunos otros ejemplos:

Confiesa sus errores en el momento:


“esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado”. Nehemías 1:6

Ora al Señor, cuando fue objeto de burlas por su fe:

“Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio”. Nehemías 4:4

También ora a nuestro Señor, cuando es bendecido y recibe el sustento de parte del Todopoderoso:

“Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice por este pueblo”. Nehemías 5:19

También ora para agradecer un arduo día de trabajo, en donde sintió la aprobación del Señor:

“Acuérdate de mí, oh Dios, en orden a esto, y no borres mis misericordias que hice en la casa de mi Dios, y en su servicio”. Nehemías 13:14

Como podemos ver, ya sea en las luchas o en las pruebas o en las bendiciones y misericordias del Señor, Nehemías oraba y mantenía la comunión y comunicación con Dios. Tal vez, el secreto de Nehemías era considerar al Señor cómo aquel amigo que va con nosotros a dónde quiera para apoyarnos oportunamente.


“Y dije a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del reposo. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la grandeza de tu misericordia”. Nehemías 13:22

Seamos tan sabios como Nehemías, quien se mantenía puro y santo delante del Señor, por medio de la oración constante. Hoy el Señor nos dice:

“Orad sin cesar”. 1 Tesalonicenses 5:17

Buenos días

J. L. R.