“EL SEÑOR DEL CLIMA”

“EL SEÑOR DEL CLIMA”

Junio 30 del 2022


“Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra”. 1 Reyes 18:1

Por extraño que parezca, aún entre el pueblo del Señor, cuando hay necesidades (según nuestra propia percepción) hay ingratitud.

“Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era intensa en Samaria”. 1 Reyes 18:2

El Señor había bendecido mucho a su pueblo, dándoles un rey y un señorío esplendoroso en una tierra que “fluía leche y miel”. Como leemos, el reino se dividió y diez tribus siguieron a un falso rey dejando la tierra que el Señor les dio, formando el reino de Israel, y prácticamente yéndose al desierto, tratando de replicar la ciudad de Jerusalén en Samaria.

“Dijo, pues, Acab a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias”. 1 Reyes 18:5


El corazón del rey Acab, estaba tan corrompido que su mayor preocupación en medio de tres años de sequía, eran los animales, en vez de regresar a la obediencia a Jehová el Señor, y dejar a sus dioses. Pronto recibiría una gran lección, cuando el Señor, por mano de Elías dejó sin sacerdotes a Baal, el ídolo de Acab.


“Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló”. 1 Reyes 18:39 y 40


Después de haber respondido a Elías, el Señor, también demostró que Él es el único soberano de toda la creación. Baal el ídolo de Jezabel y Acab, era muy adorado porque pensaban que era el dios del clima. ¡Que absurdo! Jehová es el Señor de la creación y lo demostró, quitando la sequía terrible usando a su siervo Elías, en el momento que Él así lo dispuso.


“Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas”. 1 Reyes 18:41 y 42


¿Qué más pruebas necesitamos del poder y soberanía del Señor?


“A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje”. 1 Reyes 18:44


Por todo ello, nunca debemos de dudar del poder del Señor. Para nadie es ajeno que, antes de estás lluvias torrenciales sobre la Ciudad de México, la contingencia sanitaria se reactivó, ya que el Covid19 no se ha erradicado sino que va de nuevo en aumento, adicionalmente a la crisis económica, que con su desabasto e inflación nos alcanza a todos, muy pocos voltean sus ojos al Señor.


“Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel”. 1 Reyes 18:45


Debemos reconocer en todo y por todo la obra de misericordia y soberanía que nos sostiene por decreto divino del Señor. Recuerde que Elías, no tenía una virtud fuera de lo común delante de Dios, era como cualquiera de nosotros, pero la gran diferencia fue, que simplemente obedeció con fe.


“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto”. Santiago 5:17 y 18


Buenos días


J. L. R.

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