“DECADENCIA”

“DECADENCIA”

Junio 18 del 2022


A pesar de que Salomón contaba con la bendición del Señor, parece ser que toda su grandeza y riqueza sirvieron para ser el inicio del fin.

“El peso del oro que Salomón tenía de renta cada año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro”. 1 Reyes 10:14


También a pesar de su sabiduría Salomón no comprendió que el estar rodeado de tanto oro,

no era con fines materiales sino para que disertara sobre cómo debe ser una persona íntegra

a los ojos del Señor, probado por fuego y salir más puro que el oro.

“Hizo también el rey Salomón doscientos escudos grandes de oro batido; seiscientos siclos de oro gastó en cada escudo”. 1 Reyes 10:16


Sin embargo, la preocupación de Salomón fue por cuidar su riqueza, aunque con ello dejara de cuidar su espiritualidad.

Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén”. 1 Reyes 10:26


Salomón fue el hombre más sabio. Pero, la sabiduría humana jamás podrá superar a la de Dios.


“Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino”. Deuteronomio 17:16


Leyendo Deuteronomio, podemos ver cuál era la voluntad del Señor para los reyes de su pueblo. Salomón se desvío al casarse con la hija de faraón y comprar caballos y carros de ese país, donde habían salido de esclavitud.


“Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia”. Deuteronomio 17:17


A pesar de tanta sabiduría humana, Salomón olvidó que la verdadera riqueza se encuentra en la Palabra del Señor y no en cosas materiales. Olvido que su protección viene del Señor, y no de alianzas matrimoniales con pueblos vecinos.


“Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas”. Deuteronomio 17:18


Por eso, nosotros no debemos desviar la mirada del Señor, sólo así podemos ser más prósperos que el rey. Jesús así lo señaló:


“Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”. Mateo 7:28 y 29


Así que trabajemos duro, aliniemos nuestras metas, planes y proyectos, con los del Señor para nuestra vida, y cuando recibamos la bendición del Todopoderoso, recordemos que el oro es para servir al Señor y no para nuestra riqueza personal. Que el verdadero tesoro, que Dios no escatima para darnos, es su Palabra.


“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”. 2 Pedro 1:19


De manera que usted puede ser más sabio y más rico que Salomón, siguiendo el consejo en la Palabra del Señor. No sea que la abundancia extrema sea el principio de su decadencia.


“y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra”. Deuteronomio 17:19


Buenos días


J. L. R.