“MISERICORDIA”

“MISERICORDIA”

Junio 17 del 2022

“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. Mateo 5:7

Ayer fue un día de “esos”. No escuché el despertador y me retrasé. Salí de casa sin desayunar y apenas una oración rápida. Mi vehículo de más de veinte años de antigüedad, empezó a sobre calentarse. Apenas pude llegar a un taller mecánico cerca de la terminal del transporte. Ahí me dijeron que el vehículo tenía compostura y tardaba una hora la reparación, pero, cuando vi el costo, observé en mi cartera que el dinero no era suficiente.

“Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”. Mateo 9:13

Otra oración rápida. Con fe encargue la reparación y me dedique a buscar un cajero automático donde disponer del costo de la reparación. Tuve que tomar un taxi y el costo de la reparación se incrementó. Finalmente, el vehículo reparado y cuando estacioné el vehículo había un puesto de tamales y decidí desayunar ahí.

“Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes”. Mateo 12:7

Apresurado y atribulado, como podía engullía la torta de tamal [guajolota] y el café, cuando escuché a una anciana, con bastón y los pies mojados preguntar el precio de los tamales. Con preocupación la viejecita abrió su monedero y vio que solo traía unas cuantas monedas al tiempo que dijo: -No hija no me alcanza. Solo dame el bolillo.

“Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen”. Lucas 1:49 y 50

Fue entonces que mi corazón y la boca que Dios me dio, se abrieron y le dije a la vendedora: -Por favor dale a la señito su torta de tamal y un café, y le di mi banco para que se sentara.


“Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto”. Lucas 1:72


Fue hasta entonces que comprendí que toda la “odisea”, que había pasado por la mañana, el Señor la había permitido para usarme como un instrumento para bendecir a esa anciana. La respuesta de la viejita fue muy clara: ¡Ay joven! Que Dios lo bendiga, mucho.

“Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca”. Romanos 9:15


¿Cuantas veces estamos dispuestos a obedecer al Señor, para ser usados para mostrar Su misericordia? La verdad estamos tan “metidos” en nuestros afanes que nunca pensamos en los demás y mucho menos en quien nos bendice con enorme gracia.


“Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”. Romanos 9:16


Seamos pacientes y veamos que ante tanta adversidad, puede estar el Señor detrás preparando una bendición para muchos.


“y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria”. Romanos 9:23


Buenos días


J. L. R.