¿MI SUFRIMIENTO TIENE UN PROPÓSITO

Domingo 24 de abril del 2022

¿MI SUFRIMIENTO TIENE UN PROPÓSITO?

“Pues si nosotros sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si Dios nos consuela, también es para que ustedes tengan consuelo y puedan soportar con fortaleza los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Tenemos una esperanza firme en cuanto a ustedes, porque nos consta que, así como tienen parte en los sufrimientos, también tienen parte en el consuelo” 2 Corintios 1:6-7 (DHH)


Dios espera que uses tu dolor para ayudar a otros. Cualquier error, fracaso, problema, prueba o mala decisión que hayas experimentado, Dios te dice: “Aún esto lo usaré para bien en tu vida. Y espero que tú lo uses para ayudar a otros”.A esto, se le llama sufrimiento redentor.

Sufrimos para que ustedes puedan ser consolados y reciban la salvación. Dios nos ayuda para que nosotros podamos consolarlos a ustedes. Así ustedes podrán soportar con paciencia las dificultades y sufrimientos que también nosotros afrontamos.  Confiamos mucho en ustedes y sabemos que, si ahora sufren, también Dios los consolará.” (2 Corintios 1:6-7 TLA).

Piensa en los mayores problemas que has tenido en tu vida, y el peor dolor que has tenido que soportar, física o emocionalmente.


Dios no quiere que desperdicies ese dolor, esa terrible experiencia; Él quiere usar, aprovechar tu sufrimiento. Siempre puedes ayudar más a las personas a través de tus debilidades que a través de tus fortalezas. Decirle a alguien todas las cosas en las que eres bueno no ayudará a alguien que sufre, le caerás muy mal. Pero compartir con ellos cómo Dios ha caminado contigo a través de tu dolor, tristeza y fracasos podría cambiar su vida.


Esa terrible experiencia, ese dolor que sigue en el fondo de tu corazón, no lo desperdicies, no lo trates de erradicar de tu mente; usala para el beneficio de alguien más que se encuentre pasando por una situación similar, a la que te cayó encima cual balde de agua helada.

Seguramente tú nunca pensaste tener «ese ministerio»; nunca imaginaste que esa espantosa experiencia sería parte del sueño de Dios para tu vida. Y por esta razón, no desperdicies todo el dolor, desgaste y tiempo vivido en ese sufrimiento.

Las personas a las que ayudes en esa área del dolor y sufrimiento que tú has experimentado, podrán ver en ti a alguién que sobrevivió a tan tremenda situación, y eso les dará esperanza de que, con Jesucristo, sigue habiendo una esperanza y un futuro.

¿Qué dolor, tristeza y sufrimiento hay en tu vida, que todavía no lo has compartido, porque crees que es una carga que tienes que llevar tú solo?

Dios quiere usarte ahora mismo, no cuando te hayas recuperado por completo o hayas superado tu dolor. Él quiere usarte incluso en las áreas que te han avergonzado y que todavía te duelen.


Parte del sueño de Dios para tu vida, es que ayudes a las personas, no solo a través de tus dones y fortalezas, sino también a través de tu dolor y equivocaciones. Esto es lo que Jesús ha hecho por ti.

Y este, es el poder del Evangelio.

MEDITA ACERCA DE ESTO:

  • ¿Qué temores te impiden compartir tu dolor con los demás?
  • ¿Por qué crees que compartir tus experiencias dolorosas, es a veces un ministerio más efectivo que compartir tus dones y habilidades?
  • ¿Crees que Dios puede usarte cuando no has superado completamente tu dolor? ¿Eres capaz de hacer esto con cualquier dolor que estés experimentando en este momento?