ARRANCANDO EL TEMOR DE TU VIDA

Miércoles 13 de abril del 2022

ARRANCANDO EL TEMOR DE TU VIDA

“Debido a que Jesús resucitó de entre los muertos, se nos ha dado una vida nueva y tenemos todo por qué vivir, incluido un futuro en el cielo, ¡y el futuro comienza ahora!” 1 Pedro 1:3-4 (PRF)


El miedo no es nada nuevo. ¡Ha estado con nosotros desde el principio de los tiempos!

En el Jardín del Edén, Adán se escondió de Dios y le dijo: “Tuve miedo”. Los seres humanos han estado viviendo en el temor a Dios y a los demás, desde entonces.


El miedo se basa en la ignorancia. Eso significa que la verdad es la única cura, y la verdad solo se puede encontrar en la Palabra de Dios.

La resurrección de Jesús en aquel domingo de Pascua, te da cinco verdades para vencer el miedo en tu vida. Ayer, compartí los dos primeros:

  • SABES QUE JESÚS SIEMPRE DICE LA VERDAD
  • SABES QUE LA MUERTE NO ES EL FINAL DEL CAMINO

TERCERO. SABES QUE DIOS TE AMA DESMESURADAMENTE.


Dios no solo te envió una postal con una nota diciendo cuánto te ama. Se preocupó lo suficiente como para enviar lo mejor de lo mejor: ¡A Él mismo! Cuando Jesús estaba muriendo en la cruz con los brazos extendidos, estaba diciendo: “Te amo así de mucho”.

El miedo y el amor no pueden existir en el mismo lugar y al mismo tiempo. La Biblia nos dice: “No hay temor en el amor. Pero el amor perfecto echa fuera el temor” (1 Juan 4:18). Cuando invitas a Cristo a tu corazón, y entra por la puerta principal de tu vida, el miedo sale por la puerta trasera.


CUARTO. SABES QUE DIOS TIENE UN EXCELENTE PLAN PARA TU VIDA.


Cuando te abres al amor de Dios, Él se encarga de tu pasado, tu presente y tu futuro. Debido a su resurrección, tus pecados son perdonados, obtienes un propósito para vivir y obtienes un hogar en el Cielo.

La Biblia lo describe así: “Debido a que Jesús resucitó de entre los muertos, se nos ha dado una vida nueva y tenemos todo por qué vivir, incluido un futuro en el cielo, ¡y el futuro comienza ahora!”. (1 Pedro 1:3-4 PRF)

No obtendrás ese tipo de vida en ningún otro lugar. Solo la obtienes a través del poder de la resurrección de Jesús.

Y FINALMENTE, SABES QUE DIOS SE HARÁ CARGO DE TUS NECESIDADES.


Una de las razones por las que luchas contra el miedo, es porque te preocupas por el mañana, ¡y la preocupación no puede cambiar absolutamente nada! No agrega un solo minuto a tu vida, ni un solo centavo a tu cuenta bancaria ni resolverá un solo problema.

Pero la resurrección garantiza que Dios satisfará todas tus necesidades, comenzando con tu necesidad de ser salvado, brindándote el poder de su resurrección. Pablo escribe: “También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales.” (Efesios 1:19-20NTV). Este año, mientras celebras la Semana Santa, recuerda que debido a que Jesús resucitó de entre los muertos, ya no eres prisionero del temor.

¡Y esta es una noticia tan buena que querrás compartirla!

REFLEXIONA ACERCA DE ESTO:

  • ¿A veces te es difícil creer que Dios tiene un buen plan para tu vida? ¿Por qué crees que esto es así?
  • ¿Por qué el miedo a menudo se basa en la ignorancia?
  • ¿Qué necesidad en tu vida debes presentarle hoy a Dios, para que tu necesidad se encuentre con el poder de la resurrección?

¿Estás cansado de ser un prisionero del temor?

No importa quién eres o de dónde estés. Si estás listo para entregar tu vida a Jesucristo, la puerta está abierta para ti.

Puedes hacer esta sencilla oración ahora mismo: 
“Mi Dios y Señor, estoy cansado de fingir para complacer a la gente. Estoy cansado del estrés de tratar de ser perfecto cuando no puedo serlo. Estoy cansado de aferrarme a heridas y recuerdos que siguen causando dolor en mi vida. Estoy cansado de tener miedo al rechazo y de ser descubierto por completo. Quiero soltarlo todo y dejarlo ir.

“Señor, te entrego todo lo que me ha traído vergüenza, arrepentimiento, resentimiento y preocupación. ¡Ya no quiero vivir así! Quiero vivir una vida de libertad, y sé que eso solo se puede encontrar a través de tu Hijo, Jesucristo.

“Hoy te confieso mi pecado y te pido que me perdones. Gracias, Jesús, porque abriste un camino para que yo fuera perdonado y aceptado por lo que tú hiciste en la cruz y por tu resurrección. Me someto a ti como el Señor de mi vida y quiero seguirte por el resto de mi existencia. Por favor, lléname con tu amor y esperanza, y ayúdame a caminar en fe, no en miedo y temor. Te lo pido en tu nombre, mi Cristo Jesús… Amén.»