“PREDOMINIO MILITAR”

“PREDOMINIO MILITAR”

Abril 5 del 2022

Ahora que somos testigos de una guerrera en dónde un país más poderoso que otro, abusa de su poder, podemos reflexionar sobre lo que opina el Señor al respecto de ello:

“Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel”. 1 Samuel 7:13

Los enemigos más recalcitrantes y fuertes del pueblo de Israel, fueron los filisteos, sin embargo, mientras dependieron del Señor, a través del liderazgo de Samuel, habían evitado que los filisteos los conquistaran. Aún así, nadie podía cuestionar el predominio militar de los filisteos. Tenían guarniciones en varios pueblos israelitas importantes.

“Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando”. 1 Samuel 10:5

Y tal vez lo más importante, tenían el monopolio de las armas de hierro, al prohibir a los herreros locales su fabricación. Solamente la familia real de Israel poseía una espada y una lanza

“Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían”. 1 Samuel 13:22

Como podemos ver, la diferencia humanamente hablando, era muy grande. Solo el poder del Señor podía equilibrar la balanza en batalla y dar la victoria a su pueblo. Luego, lo más importante en una guerra, para el cristiano nacido de nuevo, no deben ser los recursos económicos, las armas letales o lo numeroso que un ejército acampe contra nosotros. Años después, David, quien busco siempre la voluntad del Señor, escribió:

“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”. Salmo 27:1

David había comprendido de quién es la batalla y de quién es la victoria

“Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado”. Salmo 27:3

De manera que como cristianos, tenemos la opción de pensar como Saúl, quien perdió la batalla, por no esperar a Samuel

“Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre”. 1 Samuel 13:13

O podemos enfrentar la vida como David

“Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud A causa de mis enemigos”. Salmo 27:11

Usted tiene la última palabra:

“Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”
Salmo 27:14

Buenos días

J. L. R.