“EL FRUTO DULCE”

“EL FRUTO DULCE”

Abril 3 del 2022

Hace poco más de dos años, nuestras costumbres tuvieron que cambiar súbita y radicalmente. Un virus desconocido para la mayoría del mundo, llegó hasta nosotros de tierras lejanas. Estábamos en nuestra zona de confort, incluyendo la parte espiritual, al grado que nuestra adoración se volvió rutinaria. Pensamos que sería cuestión de meses en que la “ciencia” tomara el control y diera una solución. Pero, no fue así. Entonces clamamos al Señor:

“Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”. Salmo 40:1

Hubo mucho dolor, llanto y perdidas de nuestros semejantes, pero aún en la parte más oscura, desde el confinamiento, la bendición de nuestro Señor, todo poderoso, jamás se apartó de nosotros.

“Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos”. Salmo 40:2

Ya estábamos acostumbrándonos a realizar todo a distancia, hacer filas en los comercios con sana distancia, a trabajar a distancia, a estudiar a distancia y a adorar a nuestro Señor a distancia.

“Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová”. Salmo 40:3

Pero, la paciencia poco a poco y la fe fueron instrumentos de Dios para pasar este tiempo tan difícil

“Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira”. Salmo 40:4

Bien dice el dicho árabe: “La paciencia es un árbol de raíz amarga; pero de frutos dulces”

“Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados”. Salmo 40:5

Hoy inicia una semana más, un mes más y una nueva etapa “post-Covid19”, muchos grupos cistianos, nuevamente se volven a reunir para adorar en grupo al Señor, con un reconocimiento a sus líderes, quienes llevaron y llevarán ahora la responsabilidad de la vida espiritual de sus congregantes. A partir de este mes, el árbol de raíces amargas de la paciencia, dará su fruto dulce, más dulce que la miel. La promesa del Señor se cumplió:

“Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá”. Lucas 21:18

Por eso Jesús nos anima y recuerda que:

“Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas”. Lucas 21:19

Y también de que Jesucristo viene pronto

“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria”. Lucas 21:27

Por eso, hoy vayamos con gozo a glorificar a nuestro Señor y Dios. Alabemos al Rey de reyes y Señor de señores quien nos ha permitido volvernos a reunir, y quién ha cumplido su promesa. El fruto más dulce de la paciencia está cerca:

“Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” Lucas 21:28

Buenos días

J. L. R.