QUÉ EL SER MISERICORDIOSO TE DISTINGA

Domingo 3 de abril del 2022

QUÉ EL SER MISERICORDIOSO TE DISTINGA

“Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso”.  Lucas 6:36 
En un mundo cada vez más poco amable y cruel, tu mayor testimonio como cristiano es mostrar misericordia a las personas.

¿Has notado cuán despiadado e implacable es nuestro mundo? Parece que la forma más alta de humor es la humillación. Incluso a los comediantes se les paga por sus golpes sarcásticos y cínicos hacia los demás.


Pero cuando la gente te vea mostrando misericordia, especialmente considerando cuán grosera y mezquina se ha vuelto nuestra sociedad, entonces dirán: “Así es como esperaría que sea un cristiano, como Jesús”.

Jesús dice en Lucas 6:36: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso”.

Hay cuatro cosas que puedes hacer para desarrollar un estilo de vida lleno de misericordia. Hoy veremos dos, y otras dos mañana.


COMIENZA BUSCANDO Y ESCUCHANDO LAS NECESIDADES DE LOS DEMÁS.


¿Pero las necesidades de quién?… Las necesidades de las personas cercanas a ti en tu vecindario, en tu trabajo, escuela, y en tu familia. La misericordia siempre comienza poniendo atención. Si no te das cuenta, entonces no te importa.

La Biblia dice: “Cuiden los intereses de los demás, no solo los suyos propios” (Filipenses 2:4).

No tienes que esforzarte para ser misericordioso, porque eres una mala persona. Pero sí tienes que poner mucho empeño, porque estás demasiado ocupado. El ajetreo es el destructor número uno de la misericordia en tu vida. Cuando pasas de un evento a otro y de una tarea a otra, es difícil, muy difícil poner atención a las personas que te rodean. Y cuando no estás mirando y escuchando las necesidades de las personas que te rodean, es casi imposible ser misericordioso con ellas.


NO TE OFENDAS POR LOS PECADOS DE LOS DEMÁS.


No puedes decir: “Primero ve y limpia tu vida, y luego te aceptaré”. No, no, no… ¡La misericordia es incondicional! Si vas a mostrar misericordia a las personas, no puedes ofenderte por los pecados en su vida, aunque algunos pecados de ellos, te sean una «verdadera afrenta» para tu estilo de vida. No puedes ministrar a las personas si las estás etiquetando y menospreciando.

Jesús no se ofendió por los pecados de las personas. De hecho, se juntaba con los peores pecadores. Incluso fue acusado de “culpabilidad por asociación” porque pasaba tiempo con personas corruptas, sin amor y manipuladoras.


Esto no significa que Jesús aprobó todo lo que hicieron. Dios no aprueba todo lo que haces, pero sí te acepta por completo. Mostrar misericordia no significa que dices que todo lo que alguien hace está bien. La adicción a las drogas, el adulterio, el aborto provocado, la sodomía por ejemplo, no son buenos, son pecado.

Pero aún así, tú puedes mostrar misericordia. Puedes hacer por los demás lo que Cristo ha hecho por ti. Sólo los terribles y nefastos religiosos de todas las épocas, etiquetan, separan y menosprecian a los que consideran que no están a su altura, como el fariseo con el publicano en el Templo (Lucas 18:9-14).


“Lo más importante es que se amen profundamente. El amor tiene una manera de no mirar los pecados de los demás” (1 Pedro 4:8).

REFLEXIONA ACERCA DE ESTO:

  • ¿Por qué es tan difícil encontrar misericordia en el mundo actual?
  • ¿Quién te ha mostrado misericordia, aun cuando no la merecías? ¿Cuáles fueron las circunstancias?
  • ¿Alguna vez le has negado misericordia a alguien porque no estabas de acuerdo con su estilo de vida? Si es así, ¿cómo hoy podrías reaccionar ante ellos de manera diferente?