“SANTA CENA”

“SANTA CENA”

Febrero 6 del 2022

El Señor Jesús, recomendó:

“Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas”. Lucas 20:46

Cómo podemos ver el asistir a “una cena”, en los tiempos de Jesús, era muy importante y sobre todo estar en “primera fila”. Por ello, predicando con Su ejemplo, nuestro Señor, instituye un acto solemne y apartado para tener comunión. Una “cena diferente”

“Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles”.
 Lucas 22:14

Jesús, cenaba y servía en la pascua que tomó, con sus apóstoles. El era el todo en todo.

“Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros”. Lucas 22:17

El Señor Jesús, era quien preparó, quien sirvió y sobre todo, el alimento espiritual.

“Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí”. Lucas 22:19

Pero, no solo fue aquella hora junto con sus apóstoles, El Señor quiere seguir tomando, sirviendo y compartiendo está “Santa Cena”, de manera frecuente. Pues si bien no encontramos en toda la Escritura cada cuando haya que celebrarse, el mandamiento es claro: “haced esto en memoria de mi”

“Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí”. 1 Corintios 11:25

Asi que hasta en ello hay libertad para poder celebrar la Santa Cena, tan frecuente frecuente como usted lo decida, siempre que se haga “dignamente”

“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor”. 1 Corintios 11:27

Hoy es primer domingo de mes. Un buen comienzo para el resto de febrero, y en algunos grupos cristianos, parte de la iglesia espiritual de Cristo en todo el mundo, acostumbran celebrar esta «santa cena», analizandoce cada uno de manera personal y pidiendo que Jesucristo nos limpie con su sangre preciosa, para que podamos recordar y tomar la Santa Cena, como Él la instituyó, dignamente y en memoria de Él. El Señor dice:

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20

Buenos días

J. L. R.