“LA BENDICIÓN DE LOS ABUELOS”

“LA BENDICIÓN DE LOS ABUELOS”

Febrero 3 del 2022

La historia de Ruth, la moabita es muy conocida por la forma en que el Espíritu Santo, trabajó en la vida de está mujer de una fe inquebrantable.

“Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo”. Ruth 1:8

Ruth, tenía todo en contra, pero, el Señor la dotó de una fe tan grande que no solo fue rescatada ella, sino que sus generaciones, serían bendecidas. Esta demostración de fe se puede ver cuándo se dirigió a su suegra Noemi, y le repitió la fórmula que en la tradición de la época se decía al unirse en matrimonio:“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos”. Ruth 1:16 y 17


La consecuencia y respuesta de Dios, fue tan grande, que después de varias pruebas y obediencia a Noemí, al final de su historia, gozó de la mayor bendición que un padre o madre puede tener: una abuela creyente

“Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya” Ruth 4:16

En medio del gozo y algarabía por el nacimiento del hijo de Ruth y Booz, de manera discreta y humilde Noemí como buena abuela, creyente, sabedora que su redentor vive, siguió su ministerio criando y educando a su “nieto” Obed. Es la propia Escritura que nos recuerda está bendición y ayuda que tienen los padres en tiempos críticos sobre la custodia y educación de sus hijos. Los abuelos son usados por el Señor para formar y evangelizar a los hijos y así llegar a ser una realidad la Escritura cuando dice cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa. Timoteo fue otro gran ejemplo:

“trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”. 2 Timoteo 1:5

Así que, si usted tiene la bendición de tener hijos, dele gracias a Dios por tener a sus padres como abuelos que instruyan en la fé a sus pequeños, como fueron evangelizados Obed y Timoteo. Porque el Señor es Dios de generación en generación:

“Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David” Ruth 4:22

Ruth, la moabita, fue la bisabuela del Rey David, el rey más memorable del pueblo de Israel.

Buenos días

J. L. R.