“¿AGUINALDO U OFRENDA?”

“¿AGUINALDO U OFRENDA?”

Diciembre 8 del 2021

La palabra Aguinaldo, viene de la expresión latina “Hoc in ano”, es decir, “en este año”. El derecho romano lo reconoció como un botín de guerra entre los soldados. Podían recibir y quedarse con todo lo obtenido en batalla como ganancia, además de su salario (una bolsa de sal).

“Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre”. Deuteronomio 15:7

En cambio el concepto de ofrenda que el Señor instituyó para los pobres era diferente.

“sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite”. Deuteronomio 15:8

El Señor también nos enseña en este miércoles financiero a ser generosos con los necesitados. Al paso del tiempo, el aguinaldo se ha convertido en un “derecho” a recibir una cantidad extra, por nuestro empleo. Claro como nuestro derecho positivo mexicano, tiene su fundamento en el romano, en el artículo 87 de la Ley Federal del Trabajo, se establece que por lo menos un trabajador debe recibir quince días de aguinaldo, sobre su sueldo y se le debe cubrir hasta antes del veinte de diciembre de cada año.

“Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas”. 2 Corintios 8:1 a 3

En cambio, como acabamos de leer, los creyentes en Cristo, obedecen a la ley del amor a Dios, ofrendando, conforme a sus fuerzas y aún más allá de ellas, porque consideramos un “privilegio para ofrendar”

“pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos”. 2 Corintios 8:4

De modo que si usted tiene un empleo, gócese con su aguinaldo y administre bien la provisión del Señor. Ahora que si es empresario o tiene un negocio; la ley le obliga a dar aguinaldo a sus empleados. Pero, si es cristiano fiel y verdadero, ofrende con liberalidad y ayude a los necesitados, hágalo conforme a sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas, porque la Escritura dice:

“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”. Mateo 10:8

Porque si el ejemplo más grande lo tenemos en Jesús, quien se dio así mismo en rescate por nosotros, ¿Qué podemos ofrendar más?

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”. Filipenses 2:5 a 7

Por todo ello, sea ofrenda o aguinaldo, sea que reciba o dé, glorifiquemos al Señor con nuestros bienes.

«Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;  como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.» 2 Corintios 9:7 y 8
Buenos días

J. L. R.