“SANTIDAD”

“SANTIDAD”

Noviembre 27 del 2021

La palabra Santidad, deviene de otra palabra: “Santo”. De manera práctica, se define como ser “apartado para Dios”. Sin embargo, con el tiempo y las diversas opiniones el concepto se ha transformando y por ello encontramos grupos de creyentes que traducen o entienden a la santidad como un largo pliego de requisitos para agradar a Dios, pues el mandamiento es claro

“Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios”. Levítico 20:7

Sin embargo, regresando a la forma e idea principal que el Señor quiere que se entienda por “santidad”, podemos decir que, en efecto, hay que apartarse del mal, para agradar a Dios.

“Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico”. Levítico 20:8

Ahora bien, el detalle fino es que como dicen los versículos en Levítico, lo que corresponde a nosotros, no es más que “guardar los mandamientos del Señor”, y Dios es quien nos separa, es decir nos santifica, nos aparta de malas costumbres y tradiciones, para Él. Sigamos analizando Levítico:

“Y no andéis en las prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación”. Levítico 20:23

Es decir, la salvación de Jehová Dios, al apartarnos o santificarnos de costumbres crueles como entregar a los hijos y quemarlos en el fuego al ídolo “Moloc”, no solo salvaba de pecar a los padres, sino también a los hijos, a quienes veían los pueblos paganos como el sacrificio perfecto.

“Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos”. Levítico 20:26

Todo lo anterior, debido a la sentencia dada por Dios al engañador desde el principio fue:

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Génesis 3:15

Luego, si queremos educar, proteger y bendecir a nuestros hijos tenemos y debemos de buscar la santidad. Así, el Señor nos aparta junto con toda nuestra casa.

“como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”. 1 Pedro 1:14 y 15

De modo que este sábado familiar aproveche para jugar, disfrutar y compartir con su familia y sobre todo a sus hijos, siempre buscando su santidad, es la mejor fórmula educativa para nuestra estirpe

“porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. 1 Pedro 1:16

Buenos días

J. L. R.