“HACER O NO HACER”

“HACER O NO HACER”

Noviembre 13 del 2021

Después de casi tres semanas de estar sin conexión a internet, el día de ayer fui a cancelar el servicio, por falta de atención. Es obvio que si estoy al corriente de los pagos, la compañía está obligada por lo menos a atenderme.

“No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos”. Proverbios 24:1

Desafortunadamente, como creyente, mi testimonio se debe hacer notar en este conflicto, pues, la compañía trata de generar trámites y trámites sin razón para impedir que pueda cancelar el servicio. Ni por teléfono ni por internet se puede como la compañía me exige, debido a que no tengo internet ni línea de teléfono.

“Porque su corazón piensa en robar, e iniquidad hablan sus labios”. Proverbios 24:2

Por supuesto que salí muy molesto de las oficinas de esa empresa que ofrece maravillas de servicio en la red y gracias al Señor y la oración, me mostró una explicación a esta desesperada situación.

“Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; Y con ciencia se llenarán las cámaras De todo bien preciado y agradable”. Proverbios 24:3 y 4

Ya más tranquilo, volví a leer un libro de teología del pastor Dietrich Bonhoffer, pastor a quien le tocó vivir una injusticia similar pero, de mucho más grande en proporción. En la Segunda Guerra. El Pastor Bonhoffer, se vio en la disyuntiva de elegir entre pecar o pecar. Había recibido la orden del gobierno “nazzi” para revelar quienes y cuántos de sus congregantes eran judíos.

Dietrich sabía que si no obedecía a dicho decreto, y no decía quien de su congregación era judío, el gobierno “nazi”, lo arrestaria y desobedeció a la Palabra de Romanos 13:1 que señala obediencia a la autoridad.

“Porque con ingenio harás la guerra, Y en la multitud de consejeros está la victoria”. Proverbios 24:6

Pero, por otro lado, si obedecía al gobierno, sabía el destino de sacrificio y muerte para sus hermanos en Cristo. ¿Qué hacer?

“Al que piensa hacer el mal, Le llamarán hombre de malos pensamientos. El pensamiento del necio es pecado, Y abominación a los hombres el escarnecedor”. Proverbios 24:8 y 9

La conclusión a la que llegó Dietrich Bonhoffer, meditando en este proverbio fue que, “no es lo mismo que un hombre bueno (por Cristo) caiga y peque, a que un hombre malo haga lo malo”. Cierto, sabemos que a pesar de que Jesús vive en nuestro corazón, no estamos exentos de caer en un error, en mi caso trate de cerrar una contratación para no pagar por un servicio que no recibo. Pero, la empresa me obliga a que ya no haga nada. Cómo abogado sé que su forma de cobro por el servicio es cortar la línea, es decir finalmente (aunque yo quería hacer lo correcto) al no cancelarse el servicio, dejaré que ellos lo cancelen con la amenaza de remitir mi nombre al buró de crédito.

Dietrich Bonhoffer, decidió pecar, desobedeciendo al gobierno, pero, salvando la vida de sus hermanos en Cristo, porque la Escritura deja claro el amor del Señor:

“Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal”. Proverbios 24:16

En Cristo tenemos seguridad del perdón y al mejor mariscal de campo en este mundo:

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9

Tengamos bien presente esta promesa y diario vengamos a los pies de Cristo, para que con su sangre nos lave de toda maldad.

Buenos días

J. L. R.