“DESESPERACIÓN”

“DESESPERACIÓN”

Noviembre 4 del 2021

En esta temporada en que la tradición nos “obliga” a realizar una serie de gastos no habituales, que incluso, pueden llegar a ser contrarios a la forma de vida que agrada al Señor,  la desesperación por no tener los recursos económicos para hacer esas erogaciones, y pagar fiestas o comprar algo para impresionar a alguien más, o para “cumplir” con la tradición, provoca desesperación y una actitud equivocada frente a tantas bendiciones que nos da el Señor

“Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón”. Números 20:2

El Señor de los ejércitos, no solo había liberado al pueblo de Israel de Egipto. También los había llevado por el desierto, de victoria en victoria, pero parece ser que el pueblo solo veía lo negativo y veían un problema en cada oportunidad de bendición.

“Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!”. Números 20:3

Sin embargo, el amor del Señor había dado ya una respuesta de amor, que Moisés tercería.

Números 20:7 y 8 dice:   ««Toma la vara, y tú y tu hermano Aarón reúnan a la congregación, y a la vista de todos ellos díganle a la peña que les dé agua. Así sacarás agua de la peña, y les darás de beber a la congregación y a sus bestias.»»

Si usted lee las indicaciones del Señor, claramente dice que Moisés y Aarón, debían de “DÍGANLE”, a la peña, para que saliera el agua que deseaba el pueblo del Señor.

“Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?”. Números 20:10

Sin embargo, Moisés en su desesperación, no “HABLO” a la roca sino que con desesperación por el pueblo, “GOLPEO” a la peña.

“Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias”. Números 20:11

Luego, la desesperación, puede hacernos perder muchas bendiciones y sobre todo la fé en Jesús, pues Él es la Roca de nuestra Salvación.

“Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado”. Números 20:12

Por ello Moisés y todos los “desesperados” de Israel, no ingresaron a la “tierra prometida”.

“Estas son las aguas de la rencilla, por las cuales contendieron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos”. Números 20:13

Hoy el Señor nos dice; No pierdas la fe. No desesperes porque nuestra salvación viene de Él. ¿Podemos golpear al Señor? No lo creo. Pero, si nuestra desesperación engendra dudas, y si hay duda, entonces no tenemos fe. Mejor sigamos el consejo del apóstol Pedro:

“si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa”. 1 Pedro 2:3 y 4

No desesperemos. Aguardemos en obediencia la voluntad del Señor.

Buenos días

J. L. R.