LA LEY DE CRISTO ES AMAR A TU PRÓJIMO

Lunes 1 de noviembre del 2021


LA LEY DE CRISTO ES AMAR A TU PRÓJIMO


“La verdad, «más valen dos que uno», porque sacan más provecho de lo que hacen.  Además, si uno de ellos se tropieza, el otro puede levantarlo. Pero ¡pobre del que cae y no tiene quien lo ayude a levantarse!».  Eclesiastés 4:9-10 (TLA)


Dios nos diseñó para que necesitemos rendir cuentas a alguien. Nos necesitamos mutuamente para liberarnos de nuestras heridas, hábitos y complejos. Por lo tanto, si realmente quieres liberarte de la tentación, necesitarás el apoyo de los demás.


De hecho, una vez que comprendas que no puedes cambiar tus hábitos por tu cuenta, podrás ver cómo Dios ya está trabajando para transformar tu vida. Y verás cómo usa a otras personas para ayudarte a cambiar.

La verdad es esta; Nos necesitamos unos a otros para crecer. A veces, lo que menos deseas, es lo que más necesitas. Por esto, necesitarás un amigo que te ayude a descubrir lo que necesitas, y a un grupo de amigos cristianos que te apoyen.


La Biblia dice en Eclesiastés 4: 9-10, “Dos están mejor que uno, porque juntos pueden trabajar de manera más efectiva. Si uno de ellos se cae, el otro puede ayudarlo a levantarse. Pero si alguien está solo y cae [en la tentación], es una lástima, porque no hay nadie que lo ayude” (PRF).

Todo el mundo es tentado. Nunca llegarás a un nivel espiritual en tu vida, en el que no seas tentado. De hecho, cuanto más espiritualmente maduro seas, más Satanás te pondrá en su lista de «los más buscados». Pero considera esto: Si fueras más consistente en confesar tus tentaciones a los demás, no tendrías que confesar tantos pecados.


La Biblia dice: “Hermanos y hermanas, si alguien de su grupo hace algo mal, ustedes que son espirituales deben acudir a esa persona y ayudarla gentilmente a que vuelva a estar bien. Pero ten cuidado, porque también podrías sentirte tentado a pecar. Al ayudarse unos a otros con sus problemas, verdaderamente obedecen la ley de Cristo” (Gálatas 6: 1-2 PRF).

¿Qué es la ley de Cristo? Amarás a tu prójimo como a ti mismo. ¿Cómo amas a tu prójimo como a ti mismo? Ayudándose unos a otros en medio de la tentación, ayudando a otros a ser fieles a sus compromisos y ayudándolos a romper con los malos hábitos y comenzar con buenos. Esa es la mejor manera de amar a tu prójimo y obedecer la ley de Cristo.

REFLEXIONA EN ESTO:

  • ¿Cómo te ha resultado útil confesar tu tentación a otro amigo cristiano?
  • ¿Qué cualidades buscas en un amigo cristiano, para que puedas confesarle tus tentaciones? ¿Cómo estás desarrollando esas cualidades en tu propia vida?
  • ¿Cuál es una forma específica en la que puedes amar a tu prójimo y obedecer la ley de Cristo hoy?

”LA RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA DE CRISTO»

”LA RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA DE CRISTO»

Noviembre 1 del 2021

Grande fue la “Restauracion de la iglesia de Cristo” del siglo XVI. No solo fue un “avivamiento” cristiano, para regresar a las sendas antiguas escritas en la Biblia. A partir de ese movimiento, la Europa que vivió el oscurantismo, vio la necesidad de aprender a leer y escribir, y cuando Lutero tradujo la Biblia del latín al idioma alemán, sus traducciones eran reproducidas por otro adelanto magnífico que fue la imprenta de Gutemberg, imprimiendose y distribuyendose por todos los principados alemanes.

“Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”. Colosenses 1:24

Lutero, padeció persecución a nivel gubernamental, el príncipe de Sajonia, tuvo que protegerlo en su castillo. Ahí no solo fue traduciendo libro tras libro de la Biblia, sino que además escribió obras que servirían de principios para transformar también las “monarquías absolutas”, los estudiosos coinciden en señalar que en ese movimiento que inició Lutero, surgió la idea del estado moderno, y las ideas de limitar el poder absoluto, que tenían los gobernantes de un país en esa época.

“de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios”. Colosenses 1:25

Con este cambio de paradigma, al regresar a los principios bíblicos, muchos podían tener acceso a la Biblia en sus propios idiomas, y cada uno podía estudiarla, para iluminación y  bendición propia, logrando que la superstición desapareciera, y que las fábulas y leyendas urbanas dadas como verdades bíblicas cayeran por su propio peso, dando paso con esto al desarrollo de la ciencia.

“el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos”. Colosenses 1:26

Tal vez en lo económico, esta restauración a la iglesia original de Jesucristo, fue más notoria. La ética que los cristianos vivían en su trabajo, en sus oficios y artes fueron signo distintivo de su fe. No solo en la calidad de sus productos, sino en su prosperidad, pues al no gastar sus ingresos en vicios y pecados, ese dinero era aprovechado para reinvertir en sus negocios. Situación que era bien observada, y siglos más tarde Max Weber, uno de los padres de la economía, analizó dicho fenómeno en su obra titulada “La Ética Protestante”.

“a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Colosenses 1:27

Tiempo faltaría para escribir sobre los efectos de esta transformación del siglo XVI, en las artes, por ejemplo, donde músicos de la estatura de Johan Sebastian Bach, escribió obras de alabanza a nuestro Señor, y se podía ver al final de sus partituras las siglas: “S.D.G”, que en latín significan “Solo a Dios la Gloria”

“a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”. Colosenses 1:28

Ahora en un mundo tan comunicado y con tanto avance científico y tecnológico, parece ser que los cristianos necesitamos un avivamiento, volviéndonos a los principios bíblicos, como el del siglo XVI. Necesitamos ser verdaderos transformadores de este mundo actual, tan hedonista y materialista, pero, ese oficio necesita que primero cada uno en forma personal, nazca de nuevo por medio de Jesucristo, y empecemos a vivir en base a la Palabra de Dios y no a doctrinas, tradiciones y costumbres de hombres; y solo así podremos decir:

“para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí”. Colosenses 1:29

Buenos días

J. L. R.