“EL CLAMOR DE LA CREACIÓN”

“EL CLAMOR DE LA CREACIÓN”

Febrero 23 del 2021

El origen verdadero de esta pandemia, es el mismo del cambio climático y de cataclismos como terremotos, erupciones volcánicas y tsunamis en varias partes del mundo.

“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida”. Génesis 3:17

Efectivamente desde que el ser humano desobedeció a la instrucción del Señor de no “comer” del árbol que no debía, la consecuencia de sus acciones, trajeron sufrimiento a todo el género humano y también a toda la creación. Si bien el hombre vivía en el Jardín del Edén, lo hacía con gusto y sin costarle ningún “trabajo”. Es por ello que se piensa que “el trabajo” lo hizo Dios cómo castigo, cuando la verdad, el oficio o empleo no es un trabajo o castigo, sino una consecuencia, y también una bendición.

“Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. Génesis 3:18 y 19

Pero, retomando el verdadero origen del Covid19, podemos ver qué es una consecuencia también por la desobediencia del ser humano, pues desde el primer hombre, la creación ha sido muy afectada y más en estos últimos tiempos

“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza”. Romanos 8:19 y 20

De manera que no somos los únicos que ruegan y suplican al Señor, para que termine esta y todas las enfermedades. La creación, los mares, ríos, valles, aves del cielo, bestias del campo y todo lo que respira aguarda con paciencia y gime por la segunda manifestación de Jesucristo

“porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora”. Romanos 8:21 y 22

Luego, lo más importante en esta pandemia es creer que el sacrificio de Jesús por nuestros pecados es único y capaz de salvarnos del pecado y de la muerte, creer que la consecuencia de nuestra desobediencia, puede ser redimida y perdonada, por el Señor por medio de la fe en Cristo

“y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo”. Romanos 8:23

Así que no dejemos de orar, pedir, suplicar y hasta de gemir junto con nuestros hermanos. El Señor lo sabe y manda a su Santo Espíritu, a suplicar con y por nosotros.

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Romanos 8:26

Así que no dejemos de orar sin cesar para que esta pandemia termine. El Señor nos ha oído y cumplirá su promesa, la creación será redimida y cuánto más nosotros, que somos el motivo del amor más grande en Cristo Jesús. ¡Oremos!

Buenos días

J. L. R.