“LA FE Y LAS OBRAS”

“LA FE Y LAS OBRAS”

Febrero 9 del 2021

Definitivamente que para ser salvos del pecado y de la muerte eterna, basta la fe en el Señor Jesucristo.

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.» Efesios 2:8 y 9

Antes de recibir al Señor Jesús, estábamos, muertos espiritualmente y nada podíamos hacer.
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”. Efesios 2:1

Por eso, ahora que ya estamos vivos, tenemos la oportunidad de hacer grandes cosas para el reino del Señor Jesucristo:

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Efesios 2:10

Por ello, el Señor, nos dice:

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?”. Santiago 2:14

Aplicando esta enseñanza, en estos días de pandemia, podemos entender, porque El Señor nos guarda y protege de circunstancias, enfermedades como este Covid19. Pero, también, debemos cuidarnos; porque eso es parte de el ejercicio de nuestro libre albedrío y nuestra responsabilidad de cuidar nuestro cuerpo, que es templo del Espíritu Santo

“Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?”. Santiago 2:15 y 16

Aplicando este versículo a lo que vivimos en esta pandemia, ya el Señor Jesús nos ha salvado y “blindado”, de la muerte eterna, es relativamente sencillo permanecer sin contagio, exagerando la higiene, protegiéndose con una mascarilla y careta, evitando reuniones masivas, manteniendo la sana distancia y limpiando con gel desinfectante todo cuanto vayamos a tocar.

“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. Santiago 2:17

Es decir, el propósito del Señor es evitar en nosotros la soberbia con la que se puede actuar al no protegerse y argumentar que tiene tanta fe al grado de no necesitar cuidarse, lavarse y evitar multitudes. Eso sería «tentar o poner a prueba» a Dios. 


Satán tentó a Jesucristo, retándolo a lanzarse de la torre más alta del Templo, argumentando que Dios mandaría a sus ángeles a sostenerlo. Respondiendole Jesucristo: » —También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le replicó Jesús.» (Lucas 4: 9-12 NVI) 


Entonces a lo mejor usted dirá: “… Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. Santiago 2:18

En cambio, los que hemos obedecido al Señor y nos protegemos, podemos dar testimonio de que a pesar de tener que salir a trabajar, de salir a comprar sus alimentos o incluso tantos médicos y enfermeras que están dando la batalla de frente al virus, no se han infectado. Desde luego, que su fe en Cristo es mucha, pero esta conlleva, las obras tanto de misericordia como de obediencia para permanecer sin contagio y han tenido que sacrificar el abrazar a sus hijos y familia. Para demostrar que tienen fe en Jesucristo y ahora sus obras son agradables a Dios.

“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. Santiago 2:26

Piénselo, cuídese mucho, aunque sean incómodas todas las medidas sanitarias y de protección, y Buenos días

J. L. R.